Un estudio liderado por el Instituto Imdea Alimentación ha mostrado que el harmol, un compuesto de la familia de las betacarbolinas presente en el café, mejora la función del músculo esquelético y parámetros metabólicos asociados con la calidad de vida durante el envejecimiento.
En el trabajo, en el que ha participado el Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva), el tratamiento con harmol extendió significativamente la esperanza de vida en dos modelos de invertebrados.
Además, el tratamiento mejoró la tolerancia a la glucosa, la sensibilidad a la insulina y la acumulación de lípidos hepáticos en un modelo de prediabetes, de acuerdo con los resultados de la investigación, publicada en la revista científica ‘Nature Communications’.
Finalmente, entre los cambios a nivel neuromuscular, se pudo observar una reducción muy significativa en la fragilidad en animales viejos tratados con harmol, ha indicado el instituto en un comunicado.
El harmol, como otras betacarbolinas, está presente en muchos alimentos incluyendo los granos de café, carnes, pescados o cereales, así como en las hojas de tabaco. A las dosis utilizadas en el estudio, el harmol no mostró ninguna toxicidad y muy escasos efectos sobre el sistema nervioso central, en concordancia con su escasa capacidad para cruzar la barrera hematoencefálica y, por tanto, alcanzar el cerebro.
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