Con casi 1.500 kilómetros cuadrados de superficie que abarcan los estados Yaracuy, Carabobo (nace en sus estribaciones) y Cojedes, el Río Tirgua juega un papel fundamental como recurso hídrico y sostén de las actividades humanas más elementales.
En el caso del estado Cojedes, se extiende por 323,5 kilómetros cuadrados y es la principal fuente de agua potable o riego para la agricultura de más de 250 mil habitantes en los municipios Tinaquillo, Tinaco, San Carlos, Rómulo Gallegos, Ricaurte y Girardot. No es solo su afluente principal sino también los ríos subterráneos que él mismo genera.
Aunque no se ha cuantificado el impacto que va teniendo el vertido de desechos humanos sobre la calidad del agua, considero evidentes las afectaciones que sufre por la mano del hombre también en la fuerza de su caudal, en sus colores, olores y ecosistema que lo rodea.
Caudal de río Tirgua
Como el Macondo de Cien años de soledad y otros pueblos de la literatura latinoamericana, crecimos con nuestra imaginación y felicidad al límite gracias a las bondades de un río cercano capaz de proveer vida, es por ello que, a través de este artículo, queremos llamar a la reflexión.
¿QUÉ TAN LIMPIO ESTÁ?
El decreto número 883, sobre las “Normas para la Clasificación y el Control de la Calidad de los Cuerpos de Agua y Vertidos o Efluentes Líquidos”, establece ciertos parámetros al respecto, como que la temperatura de las aguas servidas no debe superar en tres grados al ente receptor, además de los parámetros físico-químicos y bacteriológicos que deben cumplir antes de ser vertidas.
Estudios recientes delatan vertidos en los municipios Bejuma, Nirgua, Tinaquillo, San Carlos, Rómulo Gallegos y Ricaurte, algunos de manera directa y otros previamente tratados en lagunas de oxidación.
En el caso de San Carlos, caen los desechos de manera directa al río desde los colectores marginales de la capital, provenientes de sectores como el Centro, El Chuchango, Alberto Ravell, Las Lajitas, La Medinera, Limoncito, entre otros. El canal de La Yaguara, que recoge los desechos de buena parte de la zona sur sancarleña, también termina en el Tirgua. Pasa lo mismo en Manrique directamente, en Las Vegas con los desechos que caen al caño Buen Pan y de allí al Tirgua; También pasa en el municipio Ricaurte, en el sector Caño Hondo.
CAUDAL DISMINUÍDO
El Parque Nacional Tirgua es zona protegida por la legislación venezolana, sin embargo, en los últimos años se ha incrementado notablemente la actividad humana en busca de tierras fértiles para la agricultura, tanto en su zona como en las adyacencias. La deforestación en distintos niveles ha mermado la capacidad de la cuenca para soportar servicios ecosistémicos básicos, como la regulación hídrica y la protección del suelo, acelerando los procesos de erosión y perjudicando a la biodiversidad.
Estudios del doctor Franklin Paredes, revelan que el río Tirgua viene mermando producto de actividades antrópicas (acción humana que afecta al medio ambiente), lo que puede empezar a tener una consecuencia grave para la población que consume estas aguas y las emplea en otros fines.
Me decía el doctor en Ambiente y Desarrollo, Indalecio Sánchez, que es necesario trabajar en la recuperación de la cuenca del río mediante planes integrales que incluyan a las comunidades establecidas en la zona, haciendo gobernanza del espacio de forma compartida. Estos planes deberían incluir la participación de los entes nacionales, regionales y población en general en busca de objetivos concretos a mediano y largo plazo, de lo contrario la carencia de agua será inevitable en el futuro.
Otra amenaza muy seria, a propósito que comienza el periodo seco, son los incendios forestales. El propio doctor Sánchez reveló en su trabajo de grado que tan solo el 25 por ciento de la vegetación del Parque Nacional Tirgua permanece intacta. Es decir, que unas 60 mil hectáreas sufren incendios de vegetación de intensidades y afectaciones variables, todo con repercusión directa en la cuenca.
¿Dónde jugarán los niños? Algunos habrán recordado la canción de Maná, donde había un río transparente y sin olor. En San Carlos todavía disfrutamos de ello y gozamos de las aguas diáfanas sobre todo a la altura de el Balneario Bocatoma. Sin embargo, es importante también preguntarse sobre el impacto que está teniendo el uso de agroquímicos destinados a cultivos en todas las zonas altas cercanas al río y que a través del ciclo del agua terminan en él, cuál es su nivel de toxicidad, si se controla eso de alguna manera por parte de las autoridades.
río Tirgua
Se hace necesario un abordaje integral macro para atender todo lo referente al cuidado y conservación del río Tirgua, o no le dejaremos agua a generaciones futuras. Cuidemos el planeta, nuestra única casa.
Héctor Nuno GonzálezLicenciado en Comunicación Social | UNICA Corresponsal de Noticias Venevisión | Estado Cojedes Docente Universitario Instagram: @Hectornunogonzalez