Con la edad aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades y dolores, tanto a nivel físico como neuronal. Uno de las patologías más comunes entre los mayores es la demencia, que altera la capacidad para recordar, pensar o tomar decisiones, y que interfiere en el día a día de la persona.
Uno de los últimos estudios sobre este tema, se ha llevado a cabo en la Universidad AlMaarefa de Arabia Saudí, donde se pone de manifiesto que la vitamina K puede ayudar a proteger a las personas del deterioro cognitivo que termina en demencia y alzhéimer.
Los autores del estudio aseguraron que "la vitamina K2 ha mostrado un impacto muy prometedor en la prevención de los cambios conductuales, funcionales, bioquímicos e histopatológicos relacionados con el envejecimiento del cerebro senil".
Este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de nuevas terapias con vitamina K para "atenuar los trastornos relacionados con la edad y preservar las funciones cognitivas en las personas mayores".
La vitamina K, que incluye la vitamina K1 y K2, se puede obtener muy fácilmente en las verduras como la espinaca, col rizada, brócoli y lechuga o frutas como los arándanos azules y los higos son ricos este nutriente.
También está presente en la carne, queso, huevos y granos de soja. Y también se pueden tomar suplementos en caso de que no se puedan consumir los alimentos mencionados.
Con información de 65 y más.com