Las autoridades portuguesas investigan la muerte de un bebé en Caldas da Rainha, a unos 80 kilómetros al norte de Lisboa, tras una cesárea de urgencia, cuando el servicio de obstetricia del hospital estaba cerrado por falta de médicos.
"El pasado día 8 de junio, la urgencia obstétrica del Centro Hospitalario del Oeste tuvo limitaciones para completar la escala médica, lo que determinó el cierre de las urgencias", explicó hoy el hospital en un comunicado.
A pesar de que las urgencias estaban cerradas, la madre acabó siendo hospitalizada después y fue sometida a una cesárea de urgencia, pero el bebé no sobrevivió.
El Centro Hospitalario del Oeste anunció que abrió una investigación interna al respecto y trasladó el caso a la Inspección General de Actividades en Salud para determinar "eventuales responsabilidades".
La investigación busca averiguar si la falta de atención rápida pudo provocar que la mujer perdiese al bebé.
Un día antes de conocerse este caso, el Sindicato Independiente de Médicos de Portugal publicó un comunicado titulado "Va a ser complicado parir en la región de Lisboa", en el que denunciaba la situación de las maternidades, algunas cerradas.
EFE