El «poder transformador de la música» como herramienta de aprendizaje vital y de inclusión y mejora social fue reivindicado este lunes por Gustavo Dudamel, horas antes de dirigir el concierto inaugural del 37 Festival Internacional de Música de Canarias al frente de la Orquesta del Encuentro.
Una formación musical efímera que, ideada por el maestro e impulsada a través de la fundación que lleva su nombre, reúne durante unas semanas a jóvenes de España y América quienes, guiados por su batuta y las de otros renombrados directores, mejoran su formación en un programa que culmina con esta actuación en Las Palmas de Gran Canaria (archipiélago español de las Canarias), entre otras.
La oportunidad que supone para sus beneficiarios la iniciativa va mucho más allá de la sabiduría que puedan ganar como intérpretes, ya que, en unos casos, permite darse a conocer y relacionar a chicos que «han estado aislados» y, en otros, les aporta una experiencia valiosa y única, pues «algunos no tendrán posibilidades de tocar en una orquesta» en el futuro, sostiene Dudamel en declaraciones difundidas por el Festival Internacional de Canarias.
Estar en él «es un honor y un privilegio», afirma el director, que recuerda que ya participó en el certamen años atrás e insiste: «de verdad, volver es maravilloso, especialmente con esta orquesta de jóvenes».
El propósito de reunir a esos chicos, señala, es «incluirlos en un mundo en el cual ellos puedan aprender, compartir, transformar sus vidas en todos los sentidos, artístico y humano.
Hasta el punto de que tras vivir esta experiencia «van a regresar como líderes a sus comunidades», donde podrán expandir «todo ese conocimiento» adquirido en su viaje a Madrid y Canarias para tocar y aprender apadrinados no solo por Dudamel, sino también, según él mismo subraya, por músicos de formaciones como las orquestas filarmónicas de Viena o de Los Ángeles.
Reputados artistas que han colaborado con la iniciativa, indica, porque «creen realmente en el proceso y en el poder transformador de la música».
EFE