Los casos de COVID-19 en el mundo aumentaron un 11 % la semana pasada, debido al auge de la más contagiosa variante ómicron en numerosos países, aunque los fallecidos globalmente bajaron un 4 %, lo que parece indicar una menor gravedad de muchos de los casos de la nueva cepa.
Según el informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 20 al 26 de diciembre se confirmaron 4,9 millones de casos en el planeta, la cifra más alta en casi siete meses, mientras que los fallecidos fueron 44.000, un número muy similar al registrado cada semana de los últimos tres meses.
Mientras que en África, donde los contagios llegaron a duplicarse en semanas anteriores, en esta ocasión hubo un aumento más moderado en los casos, del 7 % (274.000), mientras que en Asia Oriental los casos se mantuvieron estables (238.000), en Oriente Medio bajaron un 3 % (76.000) y en el sur de Asia un 12 % (76.000).
EFE