Expertos en salud y nutricionistas, recomiendan incorporar productos que sean ricos en nutrientes y minerales para mantener una alimentación saludable.
Dentro de este grupo, la guayaba destaca muy por encima del resto, pues es una fruta rica en vitaminas A, B y C, y posee propiedades antioxidantes, aporta gran cantidad de proteína, fibra y agua, por lo que se trata de un alimento hidratante y refrescante.
Tanto la fruta de las guayabas como sus hojas son comestibles. Al parecer, el extracto puede mejorar los niveles de azúcar en la sangre y la resistencia a la insulina. Mientras, las hojas, por su contenido de potasio, ayudan a la salud del corazón.
Entre sus propiedades, cabe destacar las siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
Cuida de la salud de la piel. Es excelente para la piel, pues es rica en lipoceno, un compuesto que ayuda a proteger la piel del daño causad por los rayos ultravioleta.
Favorece la pérdida de peso. Es rica en pectina, un tipo de fibra que favorece la sensación de saciedad.
Mejora la digestión. Es rica en fibras, que estimulan los movimientos intestinales, ayudando a prevenir el estreñimiento.
Ayuda a regular la presión arterial. Ayuda a reducir la presión arterial por ser rica en antioxidantes, ya que favorece la relajación de los vasos sanguíneos y mejor la función vascular.
Fortalece huesos y músculos. Su alto contenido en vitamina C es fundamental para la producción de colágeno, una proteína clave para la salud de los huesos y tejidos conectivos.
Previene el cáncer. EL extracto de las hojas de guayaba posee propiedades antioxidantes y antitumorales.
Regula el azúcar en sangre. Es una fruta rica en fibras que ayuda a regular el azúcar en sangre.
Aumenta la masa muscular. Con 2,6 gramos de proteínas por cada 100 gramos, esta fruta ayuda al crecimiento y reparación de los tejidos musculares, lo que la convierte en una excelente opción para aquellos que buscan aumentar su masa muscular de manera natural.
Cabe destacar que la guayaba se puede consumir cruda o en preparaciones como jugos, batidos, compotas o en forma de helado.
El Economista