El déficit presupuestario de Estados Unidos alcanzó los 1,7 billones de dólares durante el año fiscal 2023, que acabó el pasado 30 de septiembre, lo que representa un incremento del 23 % en comparación con 2022.
Según datos publicados el 20 de octubre por el Departamento de Tesoro estadounidense, el déficit presupuestario supuso un 6,3 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
La disminución neta de los ingresos de EEUU se explica porque el Gobierno recibió «recaudaciones inferiores a las estimadas» de impuestos sobre la renta de las empresas e individuos, recibos de seguridad social y jubilación e impuestos especiales.
En concreto, los ingresos del Ejecutivo disminuyeron en un 9,3 % en comparación con el año fiscal 2022, casi en su totalidad debido a una disminución de 456.000 millones de dólares en los impuestos sobre la renta de las personas.
La secretaria de Tesoro, Janet Yellen, explicó en un comunicado que, a pesar del aumento del déficit, la economía estadounidense se mantiene «sólida».
«Las expectativas anteriores de que EEUU cayera en recesión en el transcurso de 2023 no se han confirmado. Nuestra economía creó más de 300.000 nuevos empleos en septiembre y el crecimiento de nuestro PIB continúa» desafiando pronósticos, subrayó.
Los datos del déficit se conocen el mismo día en que el presidente, Joe Biden, pidió al Congreso que apruebe una partida presupuestaria urgente de más de 100.000 millones de dólares que incluye una ayuda de 14.300 millones para Israel y un nuevo paquete para Ucrania por 61.400 millones.
Con información de EFE.