En los últimos días, como en otros momentos del pasado reciente, la falta de combustible se ha agravado, por lo que las colas de automóviles para surtirse de gasolina podían tomar varios días en el interior del país.
Los rumores y la incertidumbre sobre los problemas de abastecimiento han multiplicado el nerviosismo y han precipitado a muchas personas a las estaciones de servicio.
Después de algunas semanas de relativa normalidad, el precario equilibrio en torno al acceso al combustible volvió a quebrarse por nuevos accidentes industriales y desperfectos en la refinería de Cardón, al occidente del país.