El Senado de Estados Unidos aprobó este sábado el plan de rescate propuesto por el presidente estadounidense Joe Biden, una inyección de 1,9 billones de dólares en la economía para paliar los efectos de la pandemia que se convirtió en la primera victoria legislativa del nuevo mandatario.
Por 50 votos a favor y 49 en contra, una Cámara Alta dividida en trincheras partidistas dio luz verde a un ambicioso paquete de estímulo que la Cámara de Representantes ya había aprobado, lo que allana el camino para que Biden pueda firmarlo la semana que viene.
"Este plan va a cambiar muchísimas vidas en este país", dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca después de la votación.
"Resultará en la creación de unos 6 millones de empleos, aumentará nuestro PIB en un billón de dólares y pondrá a nuestro país rumbo a ganar la competición con el resto del mundo, porque el resto del mundo se está moviendo, China en particular", añadió.
El paquete de rescate es el tercero aprobado en Estados Unidos desde que comenzó la pandemia hace un año, tras el de 900.000 millones de dólares que el Congreso impulsó en diciembre y el de 2,2 billones de dólares refrendado en marzo de 2020, que fue el mayor de la historia del país.
El conocido como Plan de Rescate Estadounidense incluye nuevos pagos directos de 1.400 dólares a los contribuyentes que tengan ingresos inferiores a los 80.000 dólares anuales por persona, una cantidad superior a los cheques de 600 y 1.200 que se entregaron en los anteriores rescates.
"El 85 % de los hogares estadounidenses recibirán los pagos directos de 1.400 dólares por persona", aseguró Biden.
Además, el paquete contiene un rescate de 350.000 millones de dólares para Gobiernos locales y estatales, 170.000 millones para la reapertura de las escuelas, 14.000 millones de dólares para fortalecer el plan de vacunación y otros 46.000 para el sistema de tests de covid-19.
Información de EFE