Un museo de la ciudad brasileña de Manaos le ofrece al visitante una completa inmersión en la Amazonía, al permitirle ver, oler, sentir y hasta abrazar parte de la enorme biodiversidad de la mayor selva tropical del mundo.
Se trata del Museo de la Amazonía (MUSA), un jardín botánico de 100 hectáreas ubicado dentro de la reserva forestal Adolpho Ducke, uno de los santuarios ambientales más importantes de Brasil y que limita con el casco urbano de Manaos, la mayor ciudad amazónica.
Con una decena de circuitos ecológicos dentro de la selva para recorrerla a pie, en los que es posible toparse con monos, serpientes o arañas, el museo cuenta con varios viveros en el que se exhiben importantes colecciones de orquídeas, bromelias y hongos.
Igualmente es posible visitar laboratorios con ejemplares vivos de serpientes, arañas y escorpiones, así como viveros en que revolotean centenas de mariposas e insectos y un lago en el que destacan las enormes hojas flotantes de las victorias regias.
Una de las mayores atracciones es una imponente torre metálica de 42 metros, con 242 escalones, que ofrece plataformas de observación a varias alturas para avistar la inmensidad de la floresta, o las aves posando en las copas de los árboles.
El museo ha tenido que ofrecer horarios especiales para quienes quieren aprovechar la torre para ver la espesa neblina que brota de los árboles en pleno amanecer o la puesta del sol, detrás de un horizonte lejano y verde.
Con una propuesta totalmente diferente a la de los museos tradicionales y repleto de diferentes especies de flora y fauna, el museo quiere introducir al visitante dentro de la Amazonía y ofrecerle una experiencia sensorial única e inolvidable.
EFE |Noticias Venevisión