Esta es la primera caída del
PIB estadounidense en tres años y coincide con la llegada de Donald
Trump al poder el pasado 20 de enero, que abrió un proceso de incrementos arancelarios a nivel global, recortes en el gasto federal y anuncios de rebajas de impuestos.
En un ejemplo más de la incertidumbre que ha creado la guerra comercial de Trump, que ha anunciado y suspendido aranceles en varias ocasiones, los analistas esperaban una subida del 0,4 % en el primer cálculo del PIB para el primer trimestre, pero posteriormente estimaron que el dato sería negativo.
La caída del 0,3 % del PIB entre enero y marzo pasados contrasta con la subida del 2,4 % calculada para el último trimestre de 2024.
El incremento del 41,3 % de las importaciones, algo que se puede deber a la necesidad de anticiparse a los aranceles que comenzaron a entrar en vigor en febrero y abril, restó más de 5 puntos porcentuales al dato de actividad económica, mientras que las exportaciones se incrementaron solo un 1,8 %.
El consumo de los hogares, que representa dos terceras partes de la economía estadounidense, es la mitad del 4 % de aumento registrado en el período octubre-diciembre de 2024.
La inversión nacional privada se incrementó un 21,9 %, con lo que el dato del PIB no es del todo negativo.
EFE.