La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó que se extienda el uso de una vacuna contra la malaria utilizada en tres países africanos que participan en un proyecto piloto que ha mostrado que es segura, aunque su eficacia es relativamente baja, por lo cual debe ser usada en combinación con las medidas de prevención y diagnóstico ya existentes.
Denominada RTS,S, esta vacuna constituye un hito histórico desde el punto de vista científico y humano, puesto que es la primera en haber sido desarrollada por una plataforma de científicos africanos y por estar destinada a prevenir una enfermedad que causa el 94 % de sus víctimas mortales en África Subsahariana.
Asimismo, tiene la particularidad de ser la primera que se desarrolla contra un parásito en humanos.
“Esta vacuna tiene el potencial de salvar decenas de miles de jóvenes vidas. Hemos hecho progresos increíbles en las últimas dos décadas, los casos de malaria han caído a la mitad, pero a nivel global los casos se mantienen a un nivel demasiado alto, con 200 millones de casos anuales y más de 400.000 muertes”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Ghana, Malaui y Kenia son los tres países donde la vacuna se introdujo en 2019, con 2,3 millones de dosis administradas y 800.000 niños que han recibido al menos una dosis.
La aprobación del uso ampliado de esta vacuna permitirá incorporarla al conjunto de herramientas que se usan en la lucha contra la malaria (mosquiteras impregnadas de insecticidas, fármacos con fines profilácticos, diagnósticos y tratamientos), pero no reemplazará a ninguna de ellas, explicaron los expertos.
El proyecto piloto en los tres países africanos ha permitido confirmar la factibilidad de administrar las cuatro dosis que requiere esta vacuna, su rol en la reducción de muertes infantiles y que puede ser integrada a los programas nacionales de inmunización sin mayores complicaciones.
Con información de Unión Radio