En 2023, al menos 342 personas murieron a causa de la malaria en América, lo que supone una caída del 61,8 % respecto al mismo dato del año 2000, que fue de 896 decesos, según el informe global sobre esta enfermedad publicado este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, el continente americano registró 550.000 nuevos casos de la enfermedad también conocida como paludismo, un 65,4 % menos que hace 23 años, cuando se reportaron 1,6 millones de casos.
En total, la OMS estima que las medidas de control de la malaria han permitido evitar más de 23 millones de casos y casi 12.000 muertes en la región desde comienzos de siglo.
El año pasado Brasil, Colombia y Venezuela volvieron a encabezar la lista de países del continente con más contagios, acumulando un 76,8 % de todos los casos de malaria registrados en la región, aunque con un descenso notable desde el comienzo de la pandemia de la covid-19.
De acuerdo con el informe de la OMS, los principales factores que contribuyeron a esta disminución de los casos de paludismo en estos países fueron las restricciones a los desplazamientos durante el confinamiento y el reciente aumento de la disponibilidad y uso de herramientas de diagnóstico y tratamiento como las mosquiteras impregnadas con insecticidas de larga duración.
Así, gracias a estas medidas, en Venezuela se reportaron 135.000 casos de paludismo en 2023, cuando en 2020 fueron 223.000.
Sin embargo, el informe de la OMS también alerta de un aumento de casos de malaria en seis territorios del continente americano el pasado año: Panamá, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Guyana y Guyana Francesa.
Estos nuevos casos, alerta la OMS, afectan «de forma desproporcionada» a pueblos indígenas y poblaciones afrodescendientes, las cuales experimentan importantes desigualdades que les provocan efectos directos en su salud, como una menor esperanza de vida o una mayor tasa de mortalidad materna e infantil, dejándoles más expuestos a la malaria.
En lo positivo, Belice se convirtió en 2023 en el cuarto país de América en ser certificado como libre de malaria por la agencia sanitaria de las Naciones Unidas tras más de 70 años de esfuerzos continuos por erradicar la enfermedad.
Se sumó así a El Salvador, Argentina y Paraguay, a los que se les reconoció este hito en 2021, 2019 y 2018 respectivamente.
EFE