Las personas que siguen una dieta rica en grasas durante mucho tiempo tienen más riesgo de subir de peso y de trastornos metabólicos que agraven sus trastornos conductuales y déficits cognitivos, incluyendo ansiedad, depresión y alzhéimer.
Una nueva investigación apunta que tomar un exceso de alimentos grasos no solo aumentan la cintura, sino que también causan estragos en el cerebro. El trabajo, llevado a cabo por miembros de la University of South Australia, ha hallado un vínculo entre llevar una dieta alta en grasas durante 30 semanas –que acaba con un diagnóstico de diabetes– y un empeoramiento de las capacidades cognitivas, ligadas a un mayor riesgo de ansiedad, depresión y un mayor deterioro del alzhéimer en aquellos que previamente lo padecen.
Las pruebas de este estudio, publicado en la revista Metabolic Brain Disease, fueron realizadas en ratones de ocho semanas de edad que fueron separados de manera aleatoria en dos grupos, uno llevó una dieta alta en grasas durante 30 semanas, y el otro una alimentación estándar. Se midió la tolerancia a la glucosa y a la insulina y la disfunción cognitiva varias veces en el tiempo que duró es estudio.
Este trabajo se ha realizado en línea con la creciente evidencia que señala una relación entre la obesidad crónica y la diabetes con el alzhéimer, que podría llegar a los 100 millones de casos en 2050. “La obesidad y la diabetes dañan el sistema nervioso central, lo que exacerba los trastornos psiquiátricos y el deterioro cognitivo. Lo demostramos en nuestro estudio con ratones”, ha expuesto Larisa Bobrovskaya, principal autora de la investigación.
La obesidad incrementa un 55% el riesgo de depresión
Los resultados del ensayo indicaron que los ratones que fueron sometidos a un tipo de alimentación rica en grasas subieron mucho de peso, desarrollaron resistencia a la insulina y empezaron a tener comportamientos anormales, todo ello en comparación con los roedores que llevaron una dieta estándar.
Además, aquellos ratones que fueron genéticamente modificados con la enfermedad de Alzheimer y que se estuvieron alimentando con dietas ricas en grasas tuvieron un deterioro importante en la cognición y alteraciones patológicas en el cerebro. Los animales que presentaban una función cognitiva deteriorada tenían un mayor riesgo de engordar como consecuencia de un metabolismo deficiente causado por alteraciones en el cerebro.
Las personas obesas tienen un 55% más de riesgo de desarrollar depresión, y la diabetes duplicará ese riesgo. Nuestros hallazgos subrayan la importancia de abordar la epidemia mundial de obesidad. Es muy probable que una combinación de obesidad, edad y diabetes provoque una disminución de las capacidades cognitivas, la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos de salud mental”, concluye Bobrovskaya.
Con información de WebConsultas