Ansiedad, cambios de rutina, de alimentación, la pandemia ha dado para todo y ha afectado cada uno de los aspectos de la vida de personas. La desordenada ingesta de comida no saludable, ha sido una de ellas.
La nutricionista Magaret Prada, explica que la pandemia ha modificado los hábitos alimenticios, incluyendo la forma en la que se adquire los alimentos, su preparación y consumo.
“El confinamiento por mucho tiempo podría conducir a patrones de alimentación irregulares y mayor sedentarismo, asociándose con una mayor ingesta calórica y riesgo de malnutrición. De acuerdo con un estudio internacional sobre los efectos del confinamiento en los hábitos alimentarios los participantes reportaron haber aumentado su consumo de alimentos poco saludables, así como una mayor frecuencia de episodios de comer sin control y recurrir a los refrigerios durante la noche”.
La especialista continúa y señala que las emociones influyen en la alimentación y cómo ésta es afrontada por la persona. Indica que en el contexto de la pandemia muchas personas están comiendo de más, bien sea porque tienen la nevera en su hogar a su disposición a cualquier hora del día, al tiempo que compran mayor cantidad de alimentos procesados.
Agrega que además del sobrepeso, los trastornos alimenticios se han disparado, debido al desarrollo de malos hábitos alimentarios durante el confinamiento.
Sin embargo, explica que llevando una adecuada alimentación estas conductas se pueden cambiar y que para eso el acompañamiento de un nutricionista es fundamental.
“Este se encarga de adaptar la alimentación del paciente en torno a los objetivos nutricionales y el estado de cada uno. La labor del nutricionista no se trata de hacer una dieta y vivir en ella todo el año, sino que el paciente haga cambios en sus hábitos alimentarios y para eso el nutricionista te puede planificar los menús ajustado a lo que son tus requerimientos nutricionales más allá de hacer dietas monótonas”.