La obesidad se denomina a aquella relación entre estatura y peso, también conocida como índice de masa corporal, que supera los 30 Kg/cm2 y su prevalencia en las mujeres en edad reproductiva ha ido aumentando con los años, además genera un desequilibrio en el metabolismo de las grasas que conduce a un estado crónico de inflamación que a su vez facilita el desarrollo de resistencia a la insulina.
Como explica la Ginecobstetra Carmen Mantellini, “la obesidad afecta la fertilidad al alterar el eje entre el hipotálamo, la hipófisis y el ovario, eso se traduce en ciclos menstruales irregulares en su frecuencia y volumen que además puede afectarla desde la adolescencia. Adicionalmente en estas pacientes hay un mayor riesgo de abortos y de estos a repetición, con una mayor incidencia de diabetes del embarazo”, dijo.
Las pacientes embarazadas con obesidad tienen también mayor riesgo de desarrollar trastornos hipertensivos del embarazo y un mayor riesgo de desarrollar hipertensión a lo largo de su vida.
La obesidad está más relacionada con complicaciones en el parto y depresión materna posparto.
“En la menopausia la obesidad se considera un factor de riesgo no sólo para enfermedades cardiovasculares como el infarto y la trombosis, sino también para el desarrollo de al menos 13 tipos diferentes de cánceres, entre los más frecuentes tenemos cáncer de mama, endometrio y colon” expresa la Dra. Mantellini.