Las ciruelas pasas, obtenidas después del proceso de deshidratar las ciruelas frescas, deberían formar parte de la dieta de cualquier persona. Y es que son ricas en fibras, alivian el estreñimiento, mejoran la circulación sanguínea, regulan el funcionamiento del intestino y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por si fuera poco, en los últimos años se ha demostrado que son uno de los mejores alimentos para el tratamiento de la osteoporosis -enfermedad esquelética caracterizada por un adelgazamiento del hueso- y para hacer frente al coronavirus por ser fuente de vitamina K.
Pero esto no acaba aquí. A continuación, sus propiedades más destacadas, según el espacio informativo de difusión y educación sobre temas relacionados con la salud, la nutrición y el bienestar 'TuaSade':
Ayudan a reducir el colesterol. La pectina actúa reduciendo la absorción de grasa de los alimentos y, de este modo, ayuda a disminuir el colesterol responsable por la formación de placas de grasa en las arterias.
Ayudan a adelgazar. Puede ayudar en la reducción de peso debido a que es rico en fibras que disminuyen el tiempo de digestión y aumentan la sensación de saciedad.
Combaten el estreñimiento. Es rica en fibras solubles, como la pectina, y fibras insolubles, como la celulosa y la hemicelulosa, las cuales actúan absorbiendo agua del tracto digestivo.
Previenen el cáncer. Los polifenoles presentes en la ciruela poseen acción antioxidante y antiinflamatoria, que reducen los daños celulares y previenen el desarrollo del cáncer.
Aumentan la masa muscular. No solo te ayudarán a hacer mejor la digestión, sino que también le darán un buen impulso a tu masa muscular.
Controlan la glucemia. Las fibras solubles como la pectina ayudan a disminuir la absorción de glucosa en la alimentación.
Desintoxican el organismo. Contribuyen a la desintoxicación del organismo ya que posee pectina, un tipo de fibra que ayuda a remover del cuerpo metales pesados tóxicos.
Protegen contra enfermedades cardiovasculares. Posee nutrientes que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y la aterosclerosis.
Las mejores formas de consumirlas son solas o agregadas al yogur, junto con avena u otros cereales, claro está. También pueden utilizarse para prepararse jugos naturales, mermeladas con endulzantes naturales o salsas para aderezar diferentes tipos de carnes.
Con respecto al mejor horario, lo más recomendable será ingerirlas a la mañana, como primer alimento o en el desayuno. La cantidad aconsejable para aprovechar todos sus beneficios es de tres unidades por día. Como es habitual, abusar de esto no es bueno.
El Economista