La principal vía de propagación del coronavirus son los “aerosoles” que las personas con Covid-19 pueden emitir al hablar, toser, gritar, cantar o exhalar y pueden quedar suspendidos en el aire. Por eso, los espacios cerrados favorecen más la concentración de los aerosoles y se convierten en un ambiente de alto riesgo de contagio si hay personas con la infección.
Ahora, un estudio realizado en los Estados Unidos con una máquina especial que puede cuantificar y comparar las partículas exhaladas por las personas permitió descubrir que las personas que tuvieron el Covid-19 por la infección con las variantes Alfa, Delta y Ómicron del coronavirus pueden exhalar mayores cantidades de virus que las infectadas con otras variantes.
También los investigadores liderados por Donald Milton, del Instituto de Salud Ambiental Aplicada de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Maryland, revelaron que las personas que contraen el Covid-19 después de la vacunación, e incluso después de una dosis de refuerzo, siguen expulsando virus al aire. Vale aclarar que la vacunación, incluyendo las dosis de refuerzo, está recomendada porque previene que las personas que quedan expuestas al coronavirus desarrollen cuadros graves ni mueran.
El trabajo de los científicos con la máquina se publicó en el servidor de preimpresión medRxiv y todavía no ha sido revisado por pares. La coautora del estudio, Kristen Coleman, que investiga las enfermedades infecciosas emergentes en la Universidad de Maryland en College Park, consideró que las pruebas del estudio significan que la gente debería “presionar a los gobiernos para que inviertan en la mejora de la calidad del aire interior mediante la mejora de los sistemas de ventilación y filtración”.
Con informaci{on de EFE.