No jugamos hoy en día lo suficiente con nuestros hijos. Realmente lo que hacemos es proporcionarles herramientas para que ellos jueguen, creyendo que no somos parte importante del proceso, y ahí radica el error, según denuncia en una entrevista con Infosalus María Couso, pedagoga, maestra con máster en Psicopedagogía Clínica y Neuroeducación.
Considera cierto esta experta que el ritmo de la sociedad nos lleva siempre a ir corriendo a todos lados y a veces no focalizamos sobre lo importante, el darles atención a nuestros pequeños, cuando eso es lo que ellos buscan y necesitan: «Muchas veces queremos cubrir esa necesidad con objetos, juguetes, videoconsolas, cuando más no es mejor, y se nos olvida que conformamos un papel fundamental dentro del proceso de desarrollo de nuestros pequeños».
Insiste así María Couso en que no jugamos lo suficiente con ellos y en muchas familias cambian sus preferencias de juego y se opta por juegos autónomos, o por mucho consumo de videojuegos, por encima del tiempo de los juegos de mesa, y olvidamos que a lo mejor podemos facilitar ese proceso lúdico necesario para el desarrollo de los niños a partir del desarrollo de cualquier juego de mesa, como una oca o un parchís.
«Todo su desarrollo cognitivo coge como base el apego que establezcamos con nuestros hijos», apostilla durante una entrevista con Infosalus con motivo de la reciente publicación de ‘Cerebro, infancia y juego. Cómo los juegos de mesa cambian el cerebro’ (Destino).
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