“El desayuno es la comida más importante del día, pero importa qué y cómo se come. Ingerir cantidades controladas y asegurar una buena composición nutricional es crucial”, explicó el autor del trabajo,
Álvaro Hernáez. Los participantes que consumieron entre el 20-30 % de la ingesta energética diaria en el desayuno mostraron mejores resultados en un grupo de factores de riesgo. Además, estos participantes tenían un índice de masa corporal 2-3,5 % menor y una circunferencia de cintura 2-4 % más pequeña
Se observó también una reducción significativa de los niveles de triglicéridos (9-18 %) y un aumento del colesterol HDL (4-8,5 %). Así, una primera comida óptima -que incluya cantidades adecuadas de proteínas, grasas de alto valor, fibra y minerales como potasio y hierro, evitando azúcares añadidos y grasas saturadas en exceso- se asocia con una circunferencia de cintura 1,5 % menor, 4 % menos de triglicéridos y 3 % más de colesterol HDL.
Este estudio proporciona evidencia sólida de que promover hábitos de desayuno saludables puede contribuir a un
envejecimiento saludable, al reducir el riesgo de
síndrome metabólico y enfermedades crónicas asociadas, además de mejorar la calidad de vida.“