Las principales aerolíneas de Estados Unidos anunciaron la cancelación de cerca de 700 vuelos este fin de semana para acatar la orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) de reducir en un 4% la actividad en los aeropuertos más grandes del país. Esta medida busca mitigar la escasez de controladores aéreos, un problema directo del prolongado cierre del Gobierno.
La FAA se vio obligada a tomar acción debido a señales de "tensión en el sistema" que podrían comprometer la seguridad del transporte aéreo.
Las cancelaciones se concentran en las principales operadoras, quienes buscan priorizar sus rutas internacionales:
Southwest Airlines: Anunció la cancelación de 100 vuelos el sábado y 150 el domingo en 24 aeropuertos, esperando que la mayoría de sus vuelos programados hasta el lunes se vean afectados.
United y American Airlines: Ambas compañías informaron que cancelarán 220 vuelos locales cada una durante el fin de semana. United ya programó recortes adicionales de 190 vuelos el lunes y 269 para el martes.
A pesar de las cifras, la consultora Cirium señaló que, de momento, las interrupciones son relativamente leves.
La crisis se agrava por la baja de 2.000 controladores aéreos que se han dado de baja o han tomado trabajos provisionales al no percibir salario. La FAA reportó problemas de personal en aeropuertos clave como O’Hare, Ontario (California) y Newark (Nueva Jersey), este último obligado a detener temporalmente sus operaciones en fines de semana recientes.
El Secretario de Transporte, Duffy, defendió la reducción como una forma de anticiparse a problemas mayores, citando el agotamiento del personal por jornadas laborales de hasta diez horas y seis días a la semana.
El cierre federal cumple 38 días, y la parálisis continúa mientras los demócratas condicionan su respaldo a una medida que ponga fin a la situación a la extensión de los subsidios del programa sanitario Obamacare.
Con información de EFE