Una intensa ola de calor sacude la región metropolitana de Santiago de Chile, donde este miércoles el termómetro marcó 37,3 grados Celsius, la tercera temperatura más alta registrada en los últimos 55 años, informó hoy la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
De acuerdo con la fuente, la cifra se alcanzó a las 16.07 horas local (13,07 GMT) en una estación de la comuna de Quinta Normal, un barrio popular del centro de la capital.
La temperatura de récord solo fue superada en 2017, año en el que la misma estación alcanzó a los 37,4, y un grado por debajo de la máxima histórica, los 38,3 grados soportados en enero de 2018.
La cifra sólo fue superada por el mismo mes en 2017, cuando llegó a 37,4 grados y en enero de 2018, cuando se alcanzó la máxima histórica de 38,3 grados.
La temperatura más alta que ha registrado Chile desde que hay registros son 42,2 grados celsius que rompieron los termómetros en 2017 en la ciudad andina de Los Ángeles, en el centro del país.
Alerta roja se extiende en Santiago
La alerta roja por temperaturas inusualmente altas se mantiene hasta el fin de semana por lo que el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) ha puesto a todos sus efectivos en alerta y lanzado una batería de consejos para evitar los golpes de calor y los efectos de largas exposiciones.
La autoridad recomienda no caminar en las horas de más calor del día, refugiarse en las casas, hidratarse bien de forma continuada y tener especialmente cuidado con la población más vulnerable, principalmente ancianos y niños.
Para este jueves, la DMC pronostica 36°C y un leve descenso hasta los 34°C el viernes y sábado.
Los meteorólogos apuntan al fenómeno de El Niño y a la emergencia climática como los causantes del alza extrema de las temperaturas en Chile desde hace una década.
Los mismos expertos coinciden en pronosticar que las temperaturas seguirán subiendo y que el récord de 38,3 grados de la capital podría verse superado incluso este mismo año.
La ausencia de viento en la capital transandina, construida a los pies de la cordillera de Los Andes y entre grandes cerros que la convierten en una olla y la aíslan del mar, la ausencia de ríos con caudal, la escasez de parques con árboles y vegetación, la construcción masiva de edificios y el intenso tráfico son factores que igualmente contribuyen al aumento del calor.
También influye la superpoblación de la región metropolitana, en la que viven cerca de ocho millones de personas, es decir casi la mitad de la población chilena.
EFE