El Gobierno francés anunció este jueves que levantará durante el mes de febrero «la mayor parte de las restricciones» para frenar la oleada de casos de la variante ómicron, a pesar de que «la tensión en los hospitales» aún sigue «fuerte».
El primer ministro francés, Jean Castex, expresó en una comparecencia que «existe una evolución esperanzadora, aunque no ignoramos las tensiones en nuestro sistema de salud».
El primer ministro justificó suavizar las medidas por el comportamiento de ómicron, que es menos grave que la variante delta, aunque alertó de que esta nueva oleada «no es una simple gripe», pues entraña muchas más hospitalizaciones que la gripe común.
EFE.