Es importante mantener un equilibrio hídrico adecuado para lograr un metabolismo eficiente. Cansancio inexplicable, dolor de cabeza y calambres, entre otros, pueden ser síntomas de alerta por deshidratación
La nutricionista Amelia De La Peña indicó que “El agua, al igual que los demás nutrientes, tiene requerimientos individuales que varían según el peso corporal. La fórmula es sencilla: multiplicar el peso en kilogramos por 30 CC. El resultado revela la necesidad hídrica basal de cada persona”.
Por lo que comentó que “una persona de 50 kilos tendrá un requerimiento menor que alguien de 80. Para este último, los ocho vasos podrían ser insuficientes”.
En este sentido, una persona que pese 50 kilos requiere diariamente 1.500 cc de agua, aproximadamente 6 vasos de 250 ml o 7,5 vasos de 200 ml, dependiendo del tamaño del estándar del vaso. Un individuo que pese 80 kilos requerirá 2.400 ml de agua diarios, que equivalen a 9,6 vasos de 250 ml o 12 vasos de 200 ml.
Pero el peso no es el único factor que influye en los requerimientos de hidratación. La actividad física y el clima juegan roles determinantes. “Un individuo sedentario no requiere la misma cantidad de agua que un deportista”, explica De La Peña. “Por cada hora de entrenamiento, recomiendo agregar un litro de agua para compensar la pérdida por sudoración”.
El clima, con sus fluctuaciones, también exige ajustes en la hidratación. “En climas cálidos, el cuerpo demanda más agua para regular la temperatura interna”, señala la nutricionista. “Las olas de calor, por ejemplo, requieren un aumento en la ingesta de líquidos para prevenir la deshidratación”.
De La Peña también identifica las señales tempranas de deshidratación. “La sed es un indicador tardío”, adviritó.
“El cansancio inexplicable, el dolor de cabeza y los calambres pueden ser síntomas de alerta”, aseveró.
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