Tomar café puede ser un aliado inesperado contra el alzheimer
Salud
Tomar café puede ser un aliado inesperado contra el alzheimer
El secreto radica en su composición
18-Mayo-2025 5:17
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El café, una de las bebidas más consumidas en el planeta, une a millones de personas en un ritual cotidiano. Más allá de su papel social, la ciencia ha comenzado a desentrañar un hallazgo sorprendente: esta bebida milenaria podría actuar como un escudo contra el alzhéimer, la enfermedad neurodegenerativa que afecta a 55 millones de personas en el mundo.
Un estudio publicado en The Journal of Alzheimer’s Disease, realizado con la participación de mil 445 personas mayores en Italia, reveló que quienes consumían una o dos tazas diarias de café tenían un 27 por ciento menos de riesgo a la hora de desarrollar alzhéimer. Otras investigaciones previas van más allá: un consumo moderado de tres a cinco tazas al día podría reducir el riesgo hasta en un 65 por ciento, un porcentaje comparable al efecto de intervenciones farmacológicas.
El secreto radica en su composición. La cafeína actúa como un bloqueador de receptores cerebrales vinculados al deterioro cognitivo. A esto se suman antioxidantes, como el ácido clorogénico, que neutralizan el estrés oxidativo, un proceso clave en el envejecimiento neuronal. Además, el café mejora la sensibilidad a la insulina, al optimizar el metabolismo de la glucosa, un factor crítico para la salud cerebral.
Durante diez años, investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) hicieron el seguimiento de un grupo de participantes y descubrieron que los consumidores habituales de café no solo mostraban un deterioro más lento en funciones como la atención y la memoria, sino también una acumulación reducida de beta-amiloide, proteína que forma placas destructivas en el cerebro de pacientes con alzhéimer.
Sin embargo, el beneficio tiene una condición: el café debe consumirse sin azúcar. Según The American Journal of Clinical Nutrition, las versiones endulzadas —con azúcar o edulcorantes— no mostraron efectos protectores, al sugerir que los añadidos podrían anular parte de sus propiedades neuroprotectoras.
La evidencia apunta a que un consumo moderado —entre una y cinco tazas al día, ajustado a la tolerancia individual— podría funcionar como un escudo multifacético, al fusionar antioxidantes, beneficios metabólicos y efectos neuroquímicos.