La presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, confirmó un nuevo brote de la enfermedad del virus de Marburgo, similar al ébola, en la región noroccidental de Kagera, lo que supone la segunda epidemia de esta enfermedad experimentada por el país, tras el brote desatado en 2023 en la misma zona.
"Las pruebas de laboratorio realizadas (...) en Kagera y posteriormente confirmadas en Dar es Salam (capital económica) identificaron a un paciente infectado por el virus de Marburgo. Afortunadamente, el resto de pacientes sospechosos dieron negativo", reveló Hassan en una rueda de prensa conjunta con el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la capital del país, Dodoma.
"Hemos demostrado en el pasado nuestra capacidad para contener un brote similar y estamos decididos a hacer lo mismo esta vez", añadió la presidenta, según un comunicado de la OMS, que dio la voz de alarma el pasado día 14, después de la documentación de nueve casos sospechosos, incluyendo nueve muertes, en dos distritos de Kagera: Biharamulo y Muleba.
Según detalló la presidenta tanzana, un total de otros 25 casos sospechosos dieron negativo en las pruebas y están siendo monitorizados.
Por su lado, Tedros señaló que "la OMS, junto con sus socios, se compromete a apoyar al Gobierno de Tanzania para controlar el brote lo antes posible", mediante el fortalecimiento de medidas clave, como la vigilancia, el testeo, el tratamiento y la prevención de la enfermedad.
"La declaración del brote por parte de la presidenta y las medidas que está tomando el Gobierno son cruciales para hacer frente a la amenaza de esta enfermedad a nivel local y nacional, así como para prevenir su posible propagación transfronteriza", afirmó en el citado comunicado, por su lado, la directora regional de la OMS para ÁFrica, Matshidiso Moeti.
La presidenta Hassan compartió esta información después de que el Ministerio tanzano de Sanidad descartara inicialmente el pasado jueves un brote de Marburgo como causa para los casos sospechosos detectados por la OMS, tras los resultados negativos obtenidos en las primeras pruebas realizadas hasta el día 15.
Según la organización, "los casos presentaban síntomas similares de dolor de cabeza, fiebre alta, dolor de espalda, diarrea, hematemesis (vómitos con sangre), malestar (debilidad corporal) y, en una fase más avanzada de la enfermedad, hemorragia externa (sangrado por los orificios)".
Kagera ya fue en 2023 escenario de otro brote de Marburgo, el primero experimentado por Tanzania, con al menos nueve casos (ocho confirmados y uno probable) y seis muertos. El inicio de esa epidemia fue declarado el 21 de marzo y su fin el 2 de junio.
La confirmación sobre el nuevo brote llegó justo un mes después de que Ruanda declarara el pasado 20 de diciembre el fin de la epidemia de Marburgo que se confirmó el pasado 27 de septiembre y que registró 66 casos confirmados, 15 muertes y 51 pacientes recuperados.
Antes, hubo casos en otros países como Ghana, Guinea-Conakri, Uganda, Angola, la República Democrática del Congo, Kenia y Sudáfrica, así como otro brote en Guinea Ecuatorial en 2023, que dejó 17 casos confirmados, incluidos 12 fallecidos.
Al igual que el ébola, el virus de Marburgo provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88 %.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando se transmite a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
El virus de Marburgo es tan mortífero como el del ébola y se calcula que en África ha causado la muerte de más de 3.500 personas.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.
EFE