Una de las primeras señales que nos alertan de que una persona puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular es una dificultad repentina para hablar o entender lo que otros están diciendo.
Asimismo las personas sienten entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, brazo o pierna que normalmente sólo afecta a un lado del cuerpo. Por este motivo, un lado de la boca podría no responder si se trata de sonreír.
Otros posibles síntomas incluyen dolor de cabeza súbito y severo, vómitos, mareos, pérdida del conocimiento, pérdida o empeoramiento de la visión (normalmente en un sólo ojo, pero podría afectar a ambos) y problemas para caminar.
Si notamos estos signos, o los observamos en otra persona, es muy importante llamar inmediatamente al número de Emergencias local incluso si desaparecen rápidamente o si fluctúan en el tiempo.
Los accidentes cerebrovasculares pueden dañar seriamente las áreas cerebrales en las que tienen lugar, por lo que cuanto más tiempo pase hasta que se reciba atención médica especializada más probable es que se produzcan complicaciones permanentes o, incluso, la muerte.