Dentro de las células cerebrales, los errores en el ADN pueden acumularse a medida que envejecemos. Pero en los pacientes con la enfermedad de Alzheimer, estos errores -conocidos como mutaciones somáticas- pueden acumularse a un ritmo más rápido.
Un estudio realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital y del Boston Children’s Hospital descubrió que los pacientes con la enfermedad de Alzheimer (EA) tienen un mayor número de mutaciones somáticas en sus células cerebrales y que estas mutaciones difieren de las de las personas sin la enfermedad de Alzheimer. Los resultados del equipo se publican en «Nature».
«Se sabe que, a medida que envejecemos, las neuronas acumulan mutaciones somáticas. En las neuronas de la EA, sin embargo, observamos más mutaciones y alteraciones del ADN», afirma el autor principal, Michael B.
Miller. «Nuestros resultados sugieren que las neuronas de la EA experimentan un daño genómico que provoca un inmenso estrés en las células y crea una disfunción entre ellas. Estos hallazgos podrían explicar por qué muchas células cerebrales mueren durante la EA».
El equipo llevó a cabo su estudio utilizando la secuenciación del genoma completo de una sola célula de 319 neuronas del hipocampo y de la corteza prefrontal de pacientes con o sin EA para determinar la relación entre el número y el tipo de mutaciones somáticas y la EA. Para comprender mejor los cambios genómicos que se producen en las neuronas de la EA, los investigadores secuenciaron el ADN de los tejidos y descubrieron un mayor número de mutaciones denominadas variantes somáticas de un solo nucleótido (sSNV) en los pacientes con EA.
Con la teoría de que el gran número de mutaciones es el resultado de una mayor oxidación del ADN, los investigadores midieron entonces la 8-Oxoguanina, un indicador del estrés oxidativo y del daño del ADN, y descubrieron que las neuronas de la EA estaban de hecho más oxidadas.
En última instancia, el descubrimiento de la acumulación de alteraciones del ADN en las neuronas de la EA proporciona a los investigadores una ventana a los acontecimientos moleculares y celulares en la patogénesis de la EA. «Nuestros hallazgos sugieren que el gran número de lesiones oxidativas y mutaciones somáticas que observamos en las neuronas de la EA puede contribuir a su patología», afirma Miller.
Los autores reconocen dos limitaciones principales del estudio. En primer lugar, se estudiaron principalmente dos grupos: los pacientes sin enfermedad neurológica y los que tenían EA avanzada según el sistema de estadificación de Braak. En el futuro, los investigadores desean estudiar las neuronas de individuos con EA en fase intermedia.
En segundo lugar, aunque la secuenciación del genoma completo de una sola célula fue factible para los estudios preliminares, los autores señalan que existen métodos avanzados que permiten un análisis en profundidad de cada cadena de ADN que deberían explorarse en el futuro.
«En el futuro, estamos ansiosos por dilucidar cómo las mutaciones observadas en las neuronas de la EA causan la muerte de las células neuronales y estamos dedicados a ayudar en el descubrimiento de nuevos tratamientos que se dirijan a estas vías», añade Miller.
Con información de ABC.es