Un equipo del Hospital universitario Hadasa, en Jerusalén analizó la sangre de 40 cordones umbilicales de recién nacidos, que es la misma sangre que fluye en el resto del cuerpo del bebé, y encontró que en todos ellos había una gran cantidad de anticuerpos, tal y como mostraban las analíticas de plasma de sus madres inoculadas con las dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech.
Se cree que este es el estudio más grande de su tipo y los investigadores consideran que sus resultados respaldan la llamada de las autoridades sanitarias para que las mujeres embarazadas se vacunen.
Al principio de la campaña de vacunación, las autoridades sanitarias israelíes no recomendaban a las mujeres encinta vacunarse, sin embargo, en las últimas semanas varios organismos, como el Ministerio de Sanidad israelí, el Centro para Control y Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud, apoyaron la inmunización de gestantes.
El doctor Amichai Rottenstreich, del departamento de obstetricia de Hadasa e investigador en el estudio, señaló que la importancia del hallazgo está en que “tranquiliza al sugerir que las madres vacunadas transfieren la protección contra Covid-19 a sus bebés antes de que éstos nazcan”.
Y, según profesora Dana Wolf, directora del departamento de virología del hospital y líder de la investigación, los resultados del estudio subrayan la importancia de vacunar a las gestantes.
“Las madres del estudio tenían edades muy diversas y todas habían recibido la segunda dosis de la vacuna por lo menos una semana antes del análisis”, explicó Rottenstreich.
-Leche materna
Este estudio sucede a otra investigación israelí que señalaba que la leche materna de mujeres vacunadas transmite anticuerpos a los recién nacidos lactantes.
“En nuestro estudio hemos encontrado anticuerpos de inmunoglobulina G que actúan contra las proteínas puntiagudas del SARS-CoV-2, y que básicamente bloquean la entrada del virus a las células. Nuestro estudio ha seguido a otro que sugiere que la leche materna tiene otro tipo de anticuerpos, inmunoglobulina A”, señaló Wolf.
Si bien el estudio de Hadasa no asegura que los anticuerpos protegen contra un contagio ni hay indicación de cuánto tiempo los bebés retienen esos anticuerpos, los investigadores creen con firmeza en que los neonatos están protegidos.
El estudio se llevó a cabo con el departamento de obstetricia del hospital y el método fue seguir a mujeres vacunadas que estuvieran a punto de dar a luz y solicitarles permiso para tomar muestras de sangre del cordón umbilical, que tiene la misma sangre que el feto.