Más del 60% de quienes padecen rinitis alérgica pueden desarrollar un asma bronquial, si no es diagnosticada y tratada a tiempo. En consecuencia, la coexistencia de ambas patologías provoca inflamación y obstrucción que deriva en dificultad para respirar.
“Estas dos afecciones están relacionadas de forma directa, Más del 80% de todos los asmáticos tienen rinitis alérgica. Hay una relación clínica directa, y viceversa, si es más fuerte la rinitis, hasta el 60% de los riníticos pueden padecer asma bronquial”, precisó Óscar Aldrey, pediatra inmunólogo clínico
Por ejemplo, el asma bronquial, que es una patología respiratoria crónica de larga duración, puede causar una alteración en la laringe, la tráquea y los bronquios, así como las vías respiratorias bajas o los pulmones.
Básicamente, con la inflamación de las mucosas en la nariz, se produce una rinitis alérgica, a causa de una obstrucción inducida por algún alérgeno como el polen. Es por eso que, al ser una afección crónica, tiene un impacto en la calidad de vida y constituye un factor de riesgo para el asma.
Dijo que el no correcto diagnóstico y tratamiento de la rinitis alérgica y por ende, un posible cuadro de asma bronquial, se traducen en muchos casos requieran hospitalización.
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