Una nueva técnica de imagen, la ecografía vascular en 3D real, puede convertirse en una herramienta clave para la prevención de la enfermedad cardiovascular en personas aparentemente sanas en combinación con los parámetros de riesgo tradicionales, como el colesterol o la hipertensión.
Un equipo con participación del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC, España) publica en JACC: Cardiovascular Imaging las características de esta técnica que ha demostrado ser fiable, precisa y más ágil en la evaluación del volumen de la placa carotidea y femoral, que es un marcador de riesgo cardiovascular.
Con la evaluación clínica tradicional, analizando el colesterol, la tensión o los hábitos de vida del paciente, “no vamos a poder determinar de forma precisa el daño real que ha acumulado su sistema cardiovascular y, por tanto, no podemos adoptar decisiones más efectivas para prevenir enfermedades graves» como el infarto o el ictus, destaca Valentín Fuster, Director General del CNIC.
La nueva técnica de imagen permite el estudio simultáneo 2D y 3D con todas las funcionalidades posibles de los ultrasonidos de forma sencilla.
El estudio también demuestra que este método reduce a la mitad el tiempo necesario para obtener toda la información de la carga de placa carotidea y femoral, datos que el médico precisa para el manejo correcto del paciente.
El software del sistema permite al paciente ver sus propias arterias como un molde virtual 3D y apreciar más fácilmente el daño acumulado.
“Cuando ven el estado de sus arterias, los pacientes adquieren una mayor conciencia de la necesidad de cambiar de hábitos de vida que si únicamente lee los números en una analítica”, según la primera firmante de este estudio, Beatriz López.
Apreciar las placas en 3D permite a los médicos valorarlas de forma más precisa y en toda su extensión, algo que no se podía hacer con los métodos convencionales 2D.
Con el desarrollo de esta tecnología, agrega López, ahora se dispone de una herramienta que puede usarse en la misma consulta, «acelerando la toma de decisiones porque en prevención cardiovascular no hay que perder el tiempo”.
Los primeros resultados de este innovador método de imagen se validaron e implementaron en un estudio de casi 200 individuos sanos con un riesgo cardiovascular intermedio en el proyecto “Athero Brain: Head-to-Heart”, dirigido por Fuster.
Actualmente la tecnología se usa en el estudio PESA-CNIC-SANTANDER, uno de los más importantes del mundo, para evaluar a más de 4.000 individuos sanos durante un periodo de 9 años de seguimiento.
EFE