En menos de medio siglo la diabetes se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública en México y en el mundo y el monitoreo regular y preciso de la glucosa es una herramienta fundamental para preservar la calidad de vida de los pacientes.
En México la diabetes es la tercera causa de muerte en la población, y es la responsable más frecuente de incapacidad prematura, ceguera y amputaciones de extremidades no causadas por traumatismos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2021, fallecieron 140.729 personas a causa de la diabetes mellitus, lo cual equivale a 12,5 % del total de defunciones (1.122.249) ocurridas en el país; 71.330 fueron varones y 69.396 mujeres.
El monitoreo regular, por parte del paciente, de la glucosa en sangre le permite identificar qué factores influyen para que los niveles suban o bajen, y, partir de este análisis, junto con su médico, trabajar en la toma de decisiones para el establecimiento de un plan personalizado de control, que retrase o prevenga complicaciones.
Actualmente, existe una necesidad no cubierta en glucómetros, pues si bien el medidor de la glucosa es considerado una herramienta vital para llevar un estilo de vida saludable para quienes viven con diabetes, todavía algunas personas suelen presentar dificultades y temores al momento de utilizarlo.
Entre los problemas reportados se encuentran el miedo al dolor de la punzada en el dedo para extraer la gota de sangre, la confusión sobre la cantidad de sangre necesaria para usar adecuadamente la tira reactiva y el tiempo estimado para introducirla en el glucómetro.
Con información de EFE.