De todos es sabido que escuchar música nos hace muchas veces sentirnos bien con nosotros mismos y con el entorno. Un estudio publicado recientemente nos lleva más allá y pone de manifiesto los efectos en el cerebro de nuestras melodías preferidas. Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica “Scientific Reports”, una de las publicaciones de mayor impacto de la editorial Nature.
Para entender por qué la gente tiene experiencias comparables, el grupo de investigación estadounidense evaluó las diferencias en las redes funcionales del cerebro (utilizando imágenes de resonancia magnética funcional, fMRI) en 21 personas que escucharon diferentes tipos de música, incluyendo rock, rap, y melodías clásicas.
Los científicos identificaron modelos sobre la conectividad cerebral asociada a las canciones favoritas y demostraron que un circuito importante en los pensamientos introspectivos –la red neuronal por defecto (Default Mode Network o DMN, en inglés)– se conecta más cuando se escucha la música preferida.
El trabajo pone de manifiesto que la escucha de una canción favorita altera la conectividad entre las áreas cerebrales auditivas y el hipocampo, una región responsable de la memoria y la consolidación de las emociones y los recuerdos.