La ONG Plan International advirtió este viernes que el 35 % de adolescentes y jóvenes a nivel mundial cree que la menstruación debe mantenerse en «secreto» pues consideran que aún es un «asunto privado».
«La menstruación es algo natural, no vergonzoso», dijo la directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe, Débora Cóbar, en el marco del Día Internacional de la Higiene Menstrual, que se celebra mañana.
Y agregó que «educar a toda la niñez y adolescencia, incluidos los hombres, sobre la menstruación y otras cuestiones relacionadas con la salud y los derechos sexuales y reproductivos tiene un impacto positivo para acabar con la vergüenza y el estigma del periodo, y normalizarlo desde una edad temprana».
Una encuesta realizada por Plan International a 4.127 adolescentes y jóvenes hombres de Brasil, Indonesia, los Países Bajos y Uganda determinó que la mayoría de los encuestados relacionan la menstruación con palabras como sucio (55 %), vergonzoso (31 %) y asqueroso, (38 %).
Un 70 % de los hombres encuestados señalaron que han visto a otro varón hacer un comentario negativo o desagradable sobre la menstruación, según el estudio de la ONG.
Los resultados revelaron que los adolescentes y jóvenes quieren aprender más sobre la salud menstrual, y el 92 % está de acuerdo en que los períodos menstruales deben ser normalizados.
Al igual que evidencian la existencia «de tabúes muy arraigados en torno al tema de la menstruación», con consecuencias impactantes para la salud y el bienestar de las niñas, según detalló Plan International en un comunicado.
“En América Latina y el Caribe, el estigma, los prejuicios y los tabúes en torno a la menstruación siguen siendo una de las causas de discriminación y exclusión de las niñas y mujeres», declaró Cóbar.
«Con demasiada frecuencia este proceso natural y saludable se considera vergonzoso, y se convierte en un obstáculo para mantener la salud de las niñas con higiene y dignidad», añadió.
Plan International alertó que el «estigma» sobre la menstruación deriva y agrava la desigualdad de género y expone a las jóvenes a una mayor discriminación, basada en mitos, al igual que explicó que «con el tiempo estas ideas erróneas pueden erosionar gravemente la confianza de las niñas y limitar sus oportunidades en la vida».
La ONG detalló que las niñas son excluidas de las actividades cotidianas y que «la cultura del silencio en torno a la menstruación también significa que los productos menstruales de calidad (…) no suelen ser prioritarios como gasto doméstico».
«Desde Plan International, tenemos experiencias muy positivas trabajando en varios países de América Latina y el Caribe en proyectos donde tocamos estos temas y que buscan eliminar las barreras que impiden el pleno desarrollo de las niñas, niños y adolescentes, a través de un trabajo integral con ellos», concluyó Cóbar.
EFE