Especialistas en ginecología, obstetricia y pediatría destacaron la necesidad de concienciar, prevenir y actuar para inculcar en las mujeres una abstinencia total de alcohol durante el embarazo y la lactancia, ya que «ningún nivel de alcohol es seguro», afirmaron este lunes durante el primer Congreso Internacional para la Prevención, Diagnóstico y Atención de los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) en México.
El doctor Augusto Rojas Martínez estimó que, en México, la exposición al alcohol afecta a «más de una de cada ocho mujeres gestantes», según un estudio realizado en Guadalajara (oeste del país), en el que se detectó presencia de alcohol en el 12,3 % de las mujeres.
Otra publicación señaló que, en Monterrey, de 420 adolescentes embarazadas menores de 19 años, la mayoría de ellas con escasos recursos o que formaban parte de pandillas, 300 consumían alcohol durante el periodo gestante, lo equivale a un 71,5 % de esta muestra.
Este consumo, por menor que sea, en algún momento de los meses de embarazo puede causar “hasta 60 trastornos relacionados con el consumo de alcohol” que presentan consecuencias mentales como problemas de coordinación, dificultades para la memorización, hiperactividad, dificultades de aprendizaje, retraso del habla o discapacidad intelectual; y problemas físicos entre los que se registran rasgos faciales atípicos, cabezas pequeñas, problemas de audición y visión, afecciones cardíacas, renales y óseas.
Según los datos obtenidos de diversos estudios, de las personas con TEAF el 94 % tendrá problemas de salud mental; el 76 % dificultades de empleo; el 60 % problemas legales y el 43 % dificultades en la escuela.
Además, el consumo de alcohol provoca una disminución en la producción de leche materna y un daño cerebral para el recién nacido cuando esta es ingerida debido a la inmadurez de los órganos encargados de la digestión del etanol.
El consultor sobre adicciones, el doctor Eiji Alfredo Fukushima Taniguchi, destacó que “a nivel regional, en Latinoamérica y concretamente en México, hacen falta programas basados en evidencia, aunque hay muchos programas preventivos, como el seguimiento en familia”.
Resaltó que, aunque “existe mayor concientización en las nuevas generaciones debido al acceso a la información”, este es muy desigual en México, “especialmente en zonas rurales”, donde los mitos entorno al consumo de alcohol afirman favorecer el desarrollo del bebé o la mejora en la calidad de la leche materna.
Se estima que aproximadamente el 9,8 % de los embarazos en el mundo ocurren con exposición al alcohol, sobre todo en regiones como Europa del Este, o países como Sudáfrica o Estados Unidos, donde el 13,5 % de los embarazos involucran consumo de alcohol, y el 5,2 % de las mujeres reportan haberse embriagado durante el embarazo en algún momento.
Los ponentes reiteraron que se necesita realizar y actualizar los estudios sobre la materia en el continente americano, destinar recursos económicos en materias como la salud mental, así como formar a los profesionales de la salud tanto en las universidades como en la atención primaria.
EFE