La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica y de naturaleza autoinmune que afecta principalmente a la membrana sinovial, es decir, al tejido que recubre las articulaciones, lo que se traduce en la aparición de dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función móvil de estas.
Y las consecuencias resultan demoledoras, ya que, a largo plazo, la inflamación articular puede provocar deformidad y pérdida de movilidad en las zonas afectadas, pero también puede llegar a resultar incapacitante en los casos más extremos.
Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han descubierto que la molécula RvT4 mejora las defensas naturales del cuerpo contra la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) en pacientes con artritis reumatoide. Y este hallazgo puede cambiar el abordaje de esta enfermedad autoinmune.
En concreto, los estudios en ratones realizados por investigadores del Instituto de Investigación William Harvey y el Centro de Inflamación e Innovación Terapéutica de la Universidad Queen Mary de Londres, financiados por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y Barts Charity, muestran que los niveles crecientes de la molécula RvT4 en el cuerpo mejoran la capacidad de los propios mecanismos de defensa del cuerpo [macrófagos] para reducir la inflamación local y eliminar obstrucciones en los vasos sanguíneos.
Este avance en la comprensión de los procesos implicados podría conducir a mejores tratamientos para las personas que padecen artritis reumatoide (AR) y que tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Enfermedad cardiovascular
Un tipo de enfermedad de los vasos sanguíneos que se observa en personas con artritis reumatoide es la aterosclerosis, que es causada por una acumulación de material graso llamado "placa" a lo largo de las paredes de las arterias. Esta acumulación hace que las arterias se endurezcan y se estrechen, lo que dificulta la circulación de la sangre por el cuerpo. Estos bloqueos también pueden liberarse y provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Comprender las razones por las que los pacientes con artritis reumatoide tienen un mayor riesgo de sufrir estos problemas cardiovasculares es fundamental para desarrollar mejores tratamientos.
Por ello, para comprender mejor las causas de la enfermedad de los vasos sanguíneos en pacientes con artritis reumatoide, los investigadores exploraron el papel de un grupo de moléculas llamadas resolvinas de la serie 13 (RvT).
En la artritis experimental, los niveles de una de estas moléculas, RvT4, se reducen notablemente, un fenómeno que se asocia con un mayor grado de enfermedad de los vasos sanguíneos. Este estudio fue diseñado para explorar por qué este podría ser el caso.
Los resultados
El estudio encontró que el tratamiento de ratones artríticos con RvT4 reducía la inflamación de los vasos sanguíneos al reprogramar los macrófagos (un grupo de glóbulos blancos que se acumulan en los vasos enfermos) para liberar los lípidos almacenados.
Los investigadores observaron que estos lípidos impedían que los macrófagos llevaran a cabo su trabajo habitual de eliminar las células muertas y reducir la inflamación localizada en los vasos sanguíneos. Una vez liberados de su carga de lípidos, los macrófagos pudieron moverse y trabajar de manera mucho más efectiva para reducir las causas de la aterosclerosis. La observación de que RvT4 restaura las actividades biológicas protectoras de los macrófagos se convierte así en un hallazgo interesante.
Jesmond Dalli, profesor de farmacología molecular y director de la unidad de mediadores lipídicos del Instituto William Harvey de la Universidad Queen Mary de Londres, asegura que "el estudio es importante porque identifica por primera vez la pérdida de producción de RvT4 como una nueva causa potencial de la inflamación de los vasos en el contexto de la artritis, ofreciendo una explicación mecanicista sobre la causa de esta importante enfermedad en pacientes con artritis reumatoide.
También demostró que RvT4 restaura las actividades biológicas de los macrófagos cargados de lípidos al promover la degradación y el flujo de lípidos de las células, una observación que puede guiar el desarrollo de nuevos tratamientos para limitar la incidencia y/o gravedad de la enfermedad cardiovascular en pacientes con artritis".
En esta línea, Victoria King, directora de financiación e impacto de Barts Charity, destaca que “este nuevo descubrimiento ayuda a explicar por qué ciertos pacientes con artritis reumatoide tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades de los vasos sanguíneos. Esto podría allanar el camino para el desarrollo de nuevos tratamientos para estos pacientes que les ayuden a vivir una vida más larga y saludable”.
LA RAZÓN