El doctor Juan Mora García, explica que la diabetes sin un control adecuado puede provocar complicaciones oftalmológicas en gran parte de los enfermos, como son la retinopatía diabética y el edema macular diabético, que en estadios muy avanzados pueden provocar ceguera.
Las personas que sufren diabetes tienen sus niveles de azúcar, o glucosa en la sangre demasiado altos, y con el tiempo, esto puede dañar sus ojos.
El problema más común en la vista derivado de la diabetes es la retinopatía diabética. La retina es un tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo, y que necesitamos para poder ver con claridad.
La retinopatía diabética daña los pequeños vasos sanguíneos dentro de la retina, provocando visión doble o borrosa, y la aparición de anillos, luces titilantes o manchas vacías en la vista, así como manchas oscuras o flotantes. También podemos notar dolor o presión en uno o en ambos ojos y dificultad para ver objetos ubicados a sus costados.
Otros problemas oculares que pueden afectar a personas con diabetes son las cataratas, que ocurren cuando el cristalino se nubla; o el glaucoma, que se da cuando hay demasiada presión ocular y se daña el nervio principal.
En el pronóstico de estas enfermedades influye principalmente el tiempo de evolución y el control de la enfermedad metabólica, así como el tipo de diabetes diagnosticada y factores de riesgo propios del paciente como la hipertensión arterial, la obesidad y los hábitos de vida.
La primera exploración de fondo de ojo debe realizarse entre los 3-5 años del diagnóstico de diabetes tipo I. En casos de diabetes tipo II la primera exploración oftalmológica debe hacerse de manera inmediata.
Con información de Mundo Deportes