Un estudio clínico de fase 3, publicado en The New England Journal of Medicine, revela que la nueva vacuna de ARN mensajero modificado (modRNA) de Pfizer supera en eficacia a las opciones tradicionales. El ensayo, que contó con 18.476 adultos sanos, demostró una eficacia relativa del 34,5% frente a la vacuna tetravalente convencional durante la temporada 2022–2023. Los resultados destacan especialmente la protección superior contra las cepas de influenza tipo A, las de mayor circulación global.
En el ámbito inmunológico, el biológico experimental generó una respuesta de anticuerpos y células T significativamente más robusta que los métodos clásicos de cultivo en huevo. Las pruebas de inhibición de la hemaglutinación confirmaron títulos superiores para las cepas A/H3N2 y A/H1N1, cumpliendo con creces los criterios de superioridad. Además, se observó un incremento persistente en la actividad de células CD4+ y CD8+, reforzando la defensa celular hasta seis meses después.
Respecto al perfil de seguridad, la vacuna de modRNA mostró una reactogenicidad leve a moderada, caracterizada principalmente por dolor local, fatiga y cefalea transitoria. Aunque los efectos secundarios sistémicos fueron más frecuentes que en el grupo control, estos desaparecieron rápidamente en un periodo de dos días. No se registraron casos de miocarditis ni eventos adversos graves relacionados, confirmando un balance de riesgo-beneficio favorable para la población adulta analizada.
Esta tecnología permite una producción más ágil y una adaptación precisa a las mutaciones virales, superando las limitaciones logísticas de las vacunas basadas en virus inactivados. Si bien el estudio se centró en adultos de 18 a 64 años, sienta las bases para futuras investigaciones en poblaciones de mayor riesgo. Este avance representa un hito en la inmunización global, ofreciendo una herramienta más eficaz para mitigar el impacto de las epidemias de gripe.
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