La fibra es uno de esos elementos que muchas veces no se toma en cuenta en la alimentación, pero juega un papel muy importante en la salud, y de ahí que sea tan necesario cuidar dicha ingesta de este nutriente. Esta no solamente interviene en la digestión: el consumo regular de fibra influye en muchos procesos del cuerpo y puede marcar una gran diferencia en cómo se pasa el día.
Al no consumir suficiente fibra se puede empezar a presentar problemas de salud y el cuerpo lo resiente. Es muy común experimentar estreñimiento, malestares digestivos y, al mismo tiempo, aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o algunos problemas cardiovasculares.
De acuerdo con organizaciones internacionales como la FAO y la OMS, se recomienda que las personas consuman de forma diaria entre 25 y 38 gramos de fibra dietética. Esta cifra puede variar de acuerdo a la edad, el sexo biológico y el estilo de vida de cada persona.