El jabón es un producto de higiene personal que también puede usarse para lavar ciertos objetos. Podemos encontrarlo en diferentes formas: pastillas, polvo, cremas o líquidos. Si bien los restos más antiguos conocidos datan del 2 800 a. C. y se hallaron en la zona de Babilonia, los investigadores desconocen su cuál es su origen y cómo se inventó.
Las teorías más difundidas indican que su aparición podría deberse a los sacrificios ceremoniales de animales, dado que la lluvia podría haber arrastrado los restos de grasa y ceniza a ríos cercanos, apreciando los habitantes la espuma que se formaba y la capacidad que esta tenía para limpiar vestimentas o la piel.
Actualmente, se utilizan diferentes aceites como materia prima para fabricarlos, algunos de de origen vegetal (como algodón, coco, lino, maíz, oliva o soja), y otros de origen animal (recurriendo a su grasa, especialmente la de pescados).
A grandes rasgos, la acción limpiadora de este producto se debe a que, por un lado, puede disolverse en agua (es hidrosoluble). Esto disminuye la tensión superficial del agua, lo que favorece su penetración en los intersticios de la sustancia a lavar. Por otro lado, es capaz de disolverse en grasa (es liposoluble), afectando su estructura y permitiendo que se diluya en el agua.
Teniendo en cuenta esto ¿cómo hace el jabón para eliminar al coronavirus? Para dar con esta respuesta, necesitamos conocer su estructura. El COVID-19 está conformado por cadenas de material genético encapsulados en moléculas de lípidos y proteínas.
Como no puede reproducirse por sí mismo, ingresa en las células y libera su material genético, alterando el de la célula, para que fabrique sus componentes. Estos comienzan a acumularse rápidamente cerca de la membrana celular hasta ensamblarse y desprenderse con una parte de la membrana, hasta agotar y matar a la célula.
El coronavirus puede realizar esta acción gracias a que posee una cubierta de lípidos (grasas) que lo protege y encapsula. Sin embargo, los especialistas explican que este sería su punto débil frente al jabón, ya que, la parte que es soluble en grasa entra en contacto con la grasa que se encuentra en la capsula del virus, se cuela entre las moléculas y se pega a ellas.
Esto rompe la estructura que mantiene al virus compacto, desmoronándolo y permitiendo que todas sus piezas queden sueltas, sean recubiertas por el jabón y se eliminen finalmente por el agua del enjuague.
Cómo lavar tus manos con agua y jabón
Si bien la compra y uso de desinfectantes de manos creció en los últimos días, los especialistas aseguran que lavarse las manos sigue siendo la mejor opción para desinfectar. Para hacerlo correctamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) compartió los siguientes consejos:
Información de Holadoctor.com