La ciudad de Shijiazhuang (norte) impuso este domingo un confinamiento en cuatro de sus distritos y paralizó las operaciones del transporte público a raíz de un rebrote de covid-19 que se ha extendido por la provincia de Hebei (norte), que rodea a la capital, Pekín, informan medios locales.
La urbe, de 11 millones de habitantes y situada a menos de 300 kilómetros de Pekín, decidió anunciar el confinamiento y el paro del transporte tras llevar a cabo el pasado sábado una campaña masiva de pruebas PCR en los distritos más afectados, que se saldaron con la detección de 30 casos asintomáticos.
A dichas decisiones se suma el requisito de trabajar desde casa para aquellos trabajadores que pueden y el cierre temporal de numerosos negocios.
Más cerca de Pekín, en la ciudad de Zhuozhou, situada a 76 kilómetros de la capital, se prolonga un paro total anunciado el pasado martes y las autoridades pondrán en marcha este lunes una campaña de pruebas PCR a sus algo más de 700.000 habitantes, recoge el diario local Global Times.
Asimismo, la ciudad portuaria de Tianjin (noreste), de 15 millones de habitantes y a 108 kilómetros de Pekín, efectúa este lunes pruebas PCR a gran escala tras detectar 16 casos asintomáticos este domingo.
Resguardar la capital de los rebrotes a su alrededor es una de las prioridades de las autoridades sanitarias de Pekín, que recordaron hoy a sus ciudadanos la recomendación de no viajar a lugares de China en los que se haya registrado algún caso.
Recientemente, el país asiático ha registrado rebrotes en varios puntos de su geografía, que van desde la isla tropical meridional de Hainan hasta la remota región occidental del Tíbet, que llevaba dos años sin registrar casos.
Ya desde hace más de dos años, China permanece aferrada a su política de cero covid: desde los rebrotes registrados en primavera, los habitantes de las grandes ciudades chinas, incluida Pekín, han de someterse a varias pruebas PCR semanales para poder entrar en lugares públicos y se decretan confinamientos en las zonas donde se detecta algún caso.
Más allá de las pruebas de PCR masivas y los confinamientos, el país mantiene sus fronteras prácticamente cerradas al exterior: desde marzo de 2020, China se halla cerrada al turismo y sólo viajeros nacionales y algunos extranjeros con permiso de residencia en vigor o visados no turísticos pueden acceder, tras lo cual les espera una cuarentena en un hotel costeado por ellos mismos y designado por las autoridades.
En China, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 242.307 personas y fallecieron 5.226, aunque el número total de infectados excluye a los asintomáticos, según las cuentas oficiales.
EFE