Julio Sergio Marcano
Licenciado en Comunicación Social, USM
Reportero, Editor de contenidos
Corresponsal de Noticias Venevisión en el estado Anzoátegui
Periodismo móvil internacional de la Universidad San Francisco de Quito
Instagram: @juliosergiomarcano
Es mediodía, en alguna calle o avenida de la ciudad, aguarda una fila aparentemente interminable de carros y motocicletas. Sin duda es uno de los episodios cotidianos más incómodos para los que normalmente estamos tras el volante. En ocasiones este tráfico es causado por el encuentro violento y repentino de dos vehículos, un choque.
Los accidentes de tránsito son lamentablemente parte del día a día en muchas ciudades del mundo. Pero en Venezuela, durante el último año, parece haber un repunte de estas cifras.
¿Por qué aumentó el número de sucesos relacionados a accidentes? Exploremos el escenario actual de las vías venezolanas.
Estar esperando al cambio de luz del semáforo y observar conductas irregulares de otros conductores ya es habitual en ciudades del país como Caracas, Lechería o Maracaibo. El desconocimiento o desacato a las leyes de tránsito no son ajenos a la sociedad venezolana.
Según la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), el parque automotor en el país tiene una antigüedad promedio de 22 años. La causa, en gran medida, se encuentra en la dificultad para acceder a créditos y financiamientos que prevaleció durante la última década.
Actualmente, el financiamiento para adquirir vehículos se flexibilizó. Aparecieron opciones para la compra de carros y también de motos, y es que estas últimas han proliferado en su uso como el método de transporte con mayor crecimiento.
CIFRAS
En un país con carros que superan las dos décadas rodando en las calles, y un número importante de motocicletas alimentando el parque automotor, es necesario apegarse a la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre para que las cosas no se salgan de control.
De acuerdo a la Administración Nacional de Seguridad Vial en Estados Unidos, los motociclistas tienen 27 veces más probabilidades de morir durante un accidente vehicular. La cifra es alarmante dada la cantidad de motos en las vías venezolanas y los posibles desperfectos mecánicos -por antigüedad- que pudieran ocurrir en los carros.
El número de unidades de motos en Venezuela creció durante los últimos años debido a las opciones de financiamiento y crédito. | Foto: cortesía.
Si al panorama anterior se suma la rebeldía de los conductores y motorizados en no acatar las leyes, el cóctel que se sirve en las calles podría ser mortal. De hecho, el 33% de los motorizados y conductores que consultamos, aseguraron no usar de forma frecuente el casco o cinturón de seguridad.
Hay más datos que abren una ventana para observar el comportamiento actual de la movilidad en Venezuela. Un 63% de las personas entrevistadas para este trabajo, aseguró que no aprobaron ninguna prueba (teórica o práctica) para obtener la licencia de conducir. Un número impresionante, tomando en cuenta que es un requisito que establece la ley.
Por otro lado, el 98% de los encuestados dijo que aprendieron a conducir de forma informal, sin la capacitación de algún instructor certificado. Es que así ha sido de manera tradicional en el país, por años algún allegado se convierte en profesor de manejo. No existen muchas escuelas de conducción vehicular en Venezuela.
La práctica cultural de tomar el volante o manubrio (en motos) a la ligera, puede ser una causa para el incremento de los accidentes viales. Si aumenta el número de vehículos en circulación, también lo harían los choques.
EN DOS RUEDAS
Al menos en el estado Anzoátegui, al oriente del país, en solo seis meses abrieron unos siete locales comerciales dedicados a la venta de motocicletas. En todos ellos, el único requisito para adquirir este vehículo de dos ruedas es consignar una inicial o el monto completo, según la fórmula de pago empleada. No solicitan licencias de conducir u otro requisito.
Las facilidades que ofrecen los concesionarios han disparado la cantidad de unidades en circulación. Entonces, lo que podría ser un indicativo económico favorable, también se convierte en más trabajo para los cuerpos de seguridad y rescate.
El 63% de los consultados para este trabajo afirman que no realizaron la prueba (teórica o práctica) para obtener la licencia de conducir. | Foto: cortesía
Según datos recopilados durante tres semanas para este artículo. En Anzoátegui ocurren al menos cuatro incidentes viales de forma diaria relacionados a motocicletas. Choques, derrapes o arrollamientos, muchos de ellos con víctimas fatales.
El 20 de octubre de este año, un hombre y una mujer a bordo de una moto intentaron evadir un control policial en la ciudad de Puerto La Cruz. Lo hicieron por no tener consigo el casco, y la decisión tomada por el conductor fue intentar evitar la sanción que les correspondía presionando a fondo el acelerador.
Durante la maniobra de escape, la acompañante del piloto cayó de la motocicleta, ocasionando que el hombre perdiera el control y también se precipitara. La peor parte de esta escena fue para la mujer, ella falleció al ser arrollada por una gandola segundos después de la caída.
Otra lamentable historia de accidente vial que involucra motocicletas, sucedió este lunes cuatro de noviembre. Dos motos chocaron de frente en una curva en la zona rural de Barcelona, una de ellas transportaba a tres personas. La fuerte colisión frontal dejó un saldo de tres fallecidos de manera instantánea, una cuarta persona falleció en el hospital debido a las heridas.
CAMBIOS NECESARIOS
Según el Observatorio de Seguridad Vial (OSV) solo en el mes de agosto del presente año, se contabilizaron 74 muertes por accidentes de tránsito en todo el país. De esa cifra, 60 casos tuvieron que ver con el exceso de velocidad. El primer grupo (30 fallecidos) fueron motorizados.
Observando el escenario en las vías del país, surge la interrogante, ¿urgen cambios en las políticas, tanto de adquisición de vehículos, como en la entrega de licencias para conducir? Quizás se convirtió en una necesidad frenar los casos de accidentes de tránsito, que hasta el momento, van en ascenso.
El presidente Nicolás Maduro decretó la práctica de motopiruetas como deporte nacional el 8 de junio del presente año. | Foto: cortesía.
¿Se deben implementar más requisitos en los concesionarios y ventas de motocicletas? Es una pregunta abierta que debe ser respondida por los entes reguladores en el país. A mediados de año se paralizó la venta de motos en todo el territorio nacional por un atraso en el registro de placas. La paralización solo duró un mes. A pesar de algunos rumores, no se tomaron medidas que cambiaran la fórmula actual.
Con las llamadas «motopiruetas» declaradas como deporte nacional por el ejecutivo, muchos voceros levantaron la voz para ir en contra del decreto. Los funcionarios vinculados a la cartera ministerial de transporte o directamente al despacho de Miraflores, salieron al paso afirmando que las prácticas se llevarían a cabo de forma controlada y sin exponer a conductores y peatones.
Haciendo un balance general, hasta el momento el incremento de motocicletas en las calles y avenidas venezolanas también ha representado la generación de empleos para muchas familias. Pero aún queda mucho por recorrer en materia de educación vial para que estos trabajos no se conviertan en un oficio de riesgo inminente.
Julio Sergio Marcano - Noticias Venevision