El presidente de Serbia, el populista Aleksandar Vucic, no descartó la convocatoria de elecciones anticipadas, posiblemente en abril, para salir de la crisis política creada tras la dimisión del primer ministro, Milos Vucevic, en medio de multitudinarias protestas contra el gobierno.
"Nuevo gobierno o elecciones, estoy abierto a ambas opciones", declaró Vucic en rueda de prensa.
Una vez que se notifique al Parlamento en los próximos días la dimisión del primer ministro, recordó Vucic, empieza el plazo de 30 días en el que se puede elegir un nuevo gobierno y, en caso de que eso no suceda, se deben convocar elecciones anticipadas.
Las elecciones regulares están previstas para finales de 2027.
Vucevic, que llegó al cargo el pasado abril, dimitió este martes después de que esta madrugada fueran atacados varios estudiantes -una joven se encuentra herida grave- por parte de supuestos miembros de su formación nacionalista, SNS.
Los estudiantes encabezan las manifestaciones multitudinarias de los últimos meses en las que se acusa al gobierno y al presidente de corrupción y de vulnerar el estado de derecho.
Vucic no quiso decir cuáles podrían ser los candidatos a nuevo primer ministro antes de abrir consultas con los líderes de los partidos políticos y su SNS, que domina la política del país desde 2012.
Todos los líderes de la oposición rechazaron hoy la idea de elecciones anticipadas, y volvieron a insistir en la necesidad de un gobierno de transición formado por expertos cuya única tarea sería preparar las condiciones para unas elecciones libres y democráticas.
Vucic, sin embargo, rechazó rotundamente cualquier mención de un gobierno de transición y aseguró que "podrá formarse solo si me matáis primero".
Argumentó que según encuestas a las que tiene acceso, pero que no han sido publicadas, el SNS goza del 48,7 % del apoyo ciudadano, mientras que "los que demandan un gobierno de transición para poder llegar a ser ministros", no tienen "ni un 2 o 3 %".
Repitió su llamada al diálogo, al mismo tiempo que calificó a varios de sus críticos, opositores y organizadores de las protestas de "mentirosos", "ignorantes" y "bandidos".
Aunque condenó del modo más severo y consideró una "violencia inexplicable" el ataque de los miembros del SNS de la madrugada pasada, acusó a los manifestantes de una "violencia diaria" "ante la que el estado tiene y seguirá teniendo máxima paciencia y tolerancia".
Al mismo tiempo calificó de "falanges" a varios estudiantes que interrumpieron el lunes una conferencia sobre un santo patrón serbio y trataron de leer un poema, o los que escribieron en días pasados lemas en las sedes del SNS, y advirtió de que ese tipo de acciones ya no se permitirán porque "en Serbia se establecerá el orden y se preservará la paz y la estabilidad".
Decenas de miles de estudiantes y otros ciudadanos volvieron a manifestarse hoy en Novi Sad, Kragujevac, Nis, Kraljevo y Belgrado para pedir que se respete el Estado del derecho y contra la agresión que sufrieron los estudiantes la pasada madrugada.
EFE