Pocos días después de que el Papa Francisco abandonara suelo indonesio, el país asiático acaba de inaugurar una gigantesca escultura de Cristo que se ha convertido en la más alta del mundo. La imponente imagen blanca de 61 metros de altura se yergue majestuosa sobre la colina Sibeabea, desde donde se domina el lago Toba, en el norte de Sumatra, una región en la que habitan más de un millón de católicos y alrededor de cuatro millones de protestantes, según ha informado la agencia UCA News.
Precisamente durante su reciente viaje apostólico por Asia y Oceanía, el Santo Padre bendijo una maqueta de la colosal estatua, que fue inaugurada el 19 de septiembre por el obispo Antonius Subianto Bunjamin, presidente de la Conferencia Episcopal de Indonesia. La obra, realizada por dos escultores locales llamados Himawan y Eko, ha costado 5.000 millones de rupias (alrededor de 300.000 euros) y se ha financiado íntegramente con donativos.
La escultura posee un diseño similar al Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), aunque la factura es bastante más brozna y ruda. La réplica indonesia mide 23 metros más que su hermana brasileña, pero aspira a convertirse, como ella, en un símbolo de reconciliación y espiritualidad al que acudan miles de visitantes cada año.
Es, sin embargo, mucho más pequeña que la cruz del Valle de los Caídos, ubicada en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) que, aunque no es propiamente una escultura de un Cristo, alcanza los 152 metros de altura —90 metros más que la estatua indonesia—, lo que la convierte en la cruz más alta del mundo.
En Indonesia ya existe una inmensa imagen de Cristo, el de Buntu Burake, de 40 metros de altura e inaugurada en 2018, construida en lo alto de una colina a 1.700 metros sobre el nivel del mar.
En Brasil, aunque todo el mundo conoce el Cristo del Corcovado, existe uno más alto: el Cristo Protector de Encantado (Rio Grande do Sul). Supera al carioca por 5 metros, alcanzando los 43 metros de altura. Fue inaugurado en 2022, pesa 1.700 toneladas y costó alrededor de 400.000 euros.
Polonia tiene otro gigantesco icono: el Cristo Rey de Świebodzin, de 36 metros de altura, que fue inaugurado en 2010.
En Colombia encontramos otra colosal estatua: la del Cristo de la Concordia, en Cochabamba, fabricado con hormigón armado en el año 1989 y que tiene una altura de 34,20 metros sobre un pedestal de 6,24 metros, lo que le otorga una altura total de 40,44 metros. Fue obra de César y Walter Terrazas Pardo.
Por último, si volvemos la vista a nuestro país, encontramos un sorprendente y bastante desconocido monumento a Cristo a las afueras de Palencia: el del Otero. Tiene un aire art déco con resonancias cubistas y ecos del arte del Antiguo Egipto en la hierática postura de la figura. Es de los más antiguos, porque fue construido en 1930 según el proyecto del escultor Victorio Macho. Es anterior, por tanto, al Cristo del Corcovado, que se inauguró un año después. Domina desde lo alto de un risco la capital castellana, y mide algo menos de 21 metros.
El Debate