El juicio oral iniciado este martes contra el expresidente peruano Pedro Castillo (2021-2022) por el intento de golpe de Estado en 2022 «no tiene precedentes en la historia de Perú», afirmó la fiscal Galinka Meza al presentar los alegatos de la acusación que pide que se impongan 34 años de prisión al exgobernante.
El juicio quedó formalmente instalado por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema en un ambiente adjunto al penal de Barbadillo, en el este de Lima, en el que el exmandatario está recluido desde el 7 de diciembre de 2022, el día en que anunció el fallido intento de golpe en un mensaje a la nación.
La fiscal reiteró la solicitud de una pena de 34 años de cárcel contra Castillo por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública, además de tres años y seis meses de inhabilitación para ejercer cargo público.
Junto a Castillo son procesados los expresidentes del Consejo de Ministros Aníbal Torres y Betsy Chávez, el exministro del Interior Willy Huerta y tres expolicías, para los cuales la fiscalía pide penas de entre los 25 y 15 años de cárcel.
Uno de los expolicías imputados, Eder Infanzón, fue declarado reo contumaz por la sala, dado que no acudió a la instalación del proceso y se presume que se encuentra en Suiza.
Por su parte, el representante de la Procuraduría del Estado hizo una solicitud de una reparación civil conjunta de 65,4 millones de soles (17,7 millones de dólares o 16,3 millones de euros) por los daños patrimoniales derivados de los actos.
EFE.