La Secretaría General de la ONU pidió a Israel y a la milicia chií libanesa Hizbulá una desescalada del conflicto que mantienen -agravado en los últimos días- y que se dediquen "todos los esfuerzos" a una resolución por la vía diplomática ante la "alarmante" situación.
"El secretario general (António Guterres) expresa su gran preocupación por la seguridad de los civiles, tanto en el sur del Líbano como en el norte de Israel, así como por el personal de la ONU que se encuentra en esas zonas", declaró el portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa desde Nueva York.
La posición del alto representante de la ONU llega en medio de la intensa campaña de bombardeos del Estado judío contra diferentes puntos del Líbano, que se salda ya con al menos 274 muertos, un millar de heridos y miles de familias huyendo de sus hogares.
"El secretario general toma nota de los esfuerzos en curso del coordinador especial de la ONU para el Líbano y de la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en el Líbano de cara a reducir las tensiones, y reitera la necesidad urgente de desescalada", añadió Dujarric.
Y recalcó que, desde la Secretaría General de la ONU, consideran que "no hay una solución militar que haga que ninguna de las partes esté más segura, ya que el bienestar de los civiles a ambos lados de la Línea Azul y la estabilidad de la región están en juego".
Según el Ejército israelí, se trata de una operación que, entre otros objetivos, pretende acabar con almacenes ocultos de armas de Hizbulá, y aseguran que han logrado interceptar decenas de cohetes de Hizbulá desde Líbano en las últimas horas.
La letalidad de los ataques israelíes ha ido en aumento en los últimos días, desde que la semana pasada la situación se agravara al hacer explotar dispositivos 'buscapersonas' y 'walkie-talkies' en manos de Hizbulá, y la jornada de este lunes ya es la más mortífera en Líbano desde la guerra de 2006 entre las mismas partes.
El número de muertes también supera al registrado en la explosión que se produjo en 2020 en el puerto de Beirut. Entonces, cientos de toneladas de nitrato de amonio detonaron, matando a 218 personas.
El coordinador humanitario de la ONU para el Líbano, Imran Riza, se reunió este lunes con los funcionarios del gobierno libanés, incluido el primer ministro, Najib Mikati, y el ministro de Medio Ambiente, Nasser Yassin.
En estas conversaciones, según la Secretaría General, el Gobierno libanés decidió la activación de un centro de operaciones de emergencia y también que las escuelas se designarán como refugios, así como el cierre de todos los centros educativos públicos y privados mañana.
EFE