La incidencia de cáncer colorrectal mejora con hábitos de vida saludables pero «por muy bien que se haga, el tumor está ligado a la vejez y la edad media de aparición es 67 años», explica a EFE el director del Instituto de Oncología del Vall d´Hebron (Barcelona, España), Josep Tabernero, que participa en París en el congreso de oncólogos europeos.
Tabernero, primer autor de un estudio que demuestra la efectividad de un nuevo fármaco oral para pacientes en fase avanzada, admite que los nuevos tratamientos están mejorando la tasa de supervivencia si bien recuerda que esta es del 17 % a cinco años en pacientes que ya han desarrollado metástasis.
Este oncólogo reconoce que hasta ahora las investigaciones en cáncer del tubo digestivo han sido poco exitosas por tratarse de unos tumores muy complejos pero eso, dice, «ahora está cambiando».
Explica que la complejidad para encontrar una terapia eficaz se debe, en parte, a que las células del tubo digestivo «para tolerar bien los nutrientes de las comidas y la coexistencia de bacterias en el tracto digestivo» tienen un exceso de tolerancia en el mecanismo de defensa contra las proteínas no propias, y esa reacción se vuelve en contra al «hacer la vista gorda» ante las células malignas de los tumores.
Eso, dice Tabernero, hay que tenerlo en cuenta a la hora de buscar tratamientos y aquí la medicina personalizada, nuevos enfoques de inmunoterapia y técnicas como la biopsia líquida, que analiza las alteraciones genéticas el tumor en una muestra de sangre, son fundamentales.
El estudio FRESCO2, en el que el departamento de Oncología del Vall d’Hebron ha sido el centro que más pacientes ha tratado, se desarrolló en 700 enfermos con cáncer colorrectal avanzado que ya habían recibido todos los tratamientos disponibles y estaban sin alternativas, demostró un aumento en la media de supervivencia de 4,8 a 7,4 meses.
Un avance modesto pero que, en su opinión, abre la puerta a tratamientos de este tumor en pacientes huérfanos de opciones terapéuticas.
EFE