Más de 300 médicos y otros miembros del personal sanitario han sido suspendidos de empleo y sueldo por trabajar de forma irregular en Italia, al no estar vacunados contra el coronavirus, informaron hoy los Carabineros tras las verificaciones llevadas a cabo durante la campaña sobre la obligatoriedad de la inmunización para estos colectivos.
En total se localizaron 308 trabajadores sanitarios en situación irregular porque no contaban con la vacuna contra el coronavirus y de ellos 135 ya habían sido suspendidos de sus puestos de trabajo por las autoridades sanitarias, reveló ese cuerpo policial en un comunicado.
El Consejo de Estado italiano ratificó el pasado 2 de diciembre que los médicos y el personal sanitario no pueden negarse por ley a ser vacunado contra el coronavirus, y varios tribunales han dictaminado que los trabajadores que se nieguen deben ser suspendidos de empleo y sueldo hasta que cumplan con la medida.
Desde inicio de noviembre y hasta hoy se controlaron 6.600 trabajadores médicos, farmacéuticos, veterinarios y fisioterapeutas, entre otros.
Tras los controles, los agentes cerraron seis centros médicos y clínicas dentales y dos farmacias en las que trabajaba el personal sin vacunar y que han sido suspendidos.
En la ejecución de estas operaciones también se incautaron medicamentos y dispositivos médicos utilizados fraudulentamente por personas que no tenían derecho a tenerlos ni a utilizarlos.
Según el Consejo de Estado italiano, los trabajadores sanitarios, «por ley y más aún por el juramento de Hipocrátes están obligados a hacer todo lo posible para curar a los enfermos, y nunca para crear o agravar el peligro de contagio del paciente con el que están en contacto directo en el ejercicio de su actividad profesional».
En las últimas veinticuatro horas, Italia registró 30.798 nuevos contagios de coronavirus, el mayor aumento contabilizado desde noviembre de 2020, y también se confirmaron 153 muertos, según los datos del martes del Ministerio de Sanidad.
EFE