Pasillos prácticamente vacíos, instalaciones a estrenar y personal médico ultimando detalles para inaugurar mañana martes el Hospital de Turquía, un edificio nuevo dentro del complejo hospitalario de Sidón, en el sur del Líbano, especializado en quemaduras -especialmente las causadas por fósforo blanco- y cirugías de reparación a los heridos de guerra.
En la entrada, las sillas de ruedas esperan alineadas, mientras un bedel acaba de pasar la mopa y un sanitario empuja una camilla hacia uno de los nuevos boxes de urgencia que entrarán este martes en funcionamiento. El objetivo: atender a las personas heridas que llegarán derivadas de otros hospitales de la zona.
"El Hospital de Turquía está especializado en urgencias, heridas de guerra y quemaduras. Mañana abriremos oficialmente para empezar a recibir en Urgencias casos que requieran tratamiento traumatológico y tratamiento de quemaduras, especialmente las causadas por fósforo", confirma a EFE la directora general del nuevo hospital, Mona Mustafa Teryaki.
Organizaciones como Human Right Watch (HRW) y las autoridades libanesas han denunciado en anteriores ocasiones el uso de armas prohibidas por parte de Israel, como el fósforo blanco, una sustancia que cuando se expone al oxígeno provoca una reacción química capaz de causar quemaduras graves que pueden adentrarse hasta el hueso.
Por ello, el uso del fósforo blanco contra personas está prohibido desde 1997 por la Convención de Ginebra.
Israel niega reiteradamente el uso de esta sustancia química, pese a que HRW documentó su utilización tanto en el Líbano como en la Franja de Gaza durante una serie de ataques en octubre del pasado año.
Apertura parcial
El martes entrará en funcionamiento el 30 % de las instalaciones: sólo dos quirófanos, diez camas de piso quirúrgico postoperatorio, cuatro camas para quemaduras, cuatro camas para cuidados intensivos y diez camas para urgencias, que tiene una capacidad total de 23 camas.
La finalidad es tratar exclusivamente a personas con quemaduras por el conflicto y "a los heridos de guerra que vienen con cirugías programadas de antemano, que se trasladan de un hospital a otro en coordinación con el comité de crisis del Ministerio de Salud Pública", detalla Teryaki.
Con ello, quieren priorizar el tratamiento de los pacientes que sufren heridas provocadas por ataques israelíes y evitar que los servicios sanitarios se colapsen por la presencia de personas que buscan atención de cualquier otra patología.
En este sentido, recalca que hay un ala específica para el tratamiento ambulatorio de quemaduras. "Si alguien está afectado por quemaduras puede venir aquí al hospital, se le trata con la atención médica necesaria y se va a casa", explica sobre esta especialidad que dispone para tratamientos de largo plazo.
"En los casos en los que el paciente necesita dormir aquí tenemos cuatro camas para eso, pero la mayoría de los que vienen a través de Urgencias reciben sus tratamientos y se van", agrega.
Ocho hospitales fuera de servicio
La apertura de este centro hospitalario se enmarca en las acciones del Ministerio de Salud Pública libanés para atender con la mayor diligencia a la población afectada por los bombardeos israelíes que "han provocado que ocho hospitales estés completamente fuera de servicio", indicó este lunes el titular de la cartera, Firas Abiad.
En su visita al hospital, denunció que el Ejército de Israel continúe lanzando ataques contra el personal médico y de ambulancias y contra las instalaciones sanitarias.
"En las últimas horas han provocado graves daños en el Hospital Gubernamental de Tibnin, así como en el Hospital Gubernamental de Baalbek, además de atacar el perímetro del Hospital Hiram en la región de Tiro, donde se sabe que los ataques israelíes han provocado el cierre de ocho hospitales", afirmó.
Desde el inicio del conflicto entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá, el Ejército israelí ha atacado y dejado fuera de servicio numerosos hospitales, como el de Salah Ghandour de Bint Jbeil, a unos cinco kilómetros de la frontera, por considerar que escondía un centro de mando de la organización libanesa.
Otros cuatro hospitales del sur del Líbano han quedado completamente fuera de servicio: el gubernamental de Meiss al Jabal y otros dos en Bint Jbeil, el de Marjayún -cuya administración denunció haber sido objeto de ataques con fósforo blanco-, y el Centro Médico Santa Teresa, en los suburbios sur de Beirut.
Hasta el momento, más de 3.000 personas han muerto y otras casi 13.500 han resultado heridas por los ataques lanzados por Israel contra el Líbano en el último año, aunque la inmensa mayoría de estas víctimas se han producido desde el pasado 23 de septiembre, cuando el Estado judío inició una campaña de bombardeos masiva contra el país.
EFE